Los polvos del señor Macron
Si los políticos españoles cuidasen su aspecto físico como el señor Macron, otro gallo nos cantaría. Lejos está de nuestro ánimo criticarlo por su partida para gastos de maquillaje. Macron, el primer presidente metrosexual de la historia, sabe que para a gustar a un país hay que gustarse antes a sí mismo