Más de cuarenta personas fueron asesinadas por ETA con el pretexto de que traficaban con drogas. Algunos eran propietarios de salas de fiestas, otros simplemente consumidores adictos a la heroína. Después de cada asesinato, la izquierda abertzale creaba un contexto con las declaraciones de sus políticos o en sus medios para relacionar el crimen con el tráfico de drogas, tuviese o no fundamento. Un libro recoge la historia detrás de todos aquellos atentados en los que ETA trataba de aprovechar la alarma social que provocó la heroína en los 80.
No es ETA la que se disuelve. La Guardia Civil, La Policía Nacional, la justicia y la sociedad son los que han puesto fin a las acciones de los asesinos etarras. Este es el relato que debe pervivir y no entenderlo así es sucumbir a los mensajes y numeritos 'perfomance' que transmiten con sus programados comunicados.
Trump mundializa el trumpismo. Ni OTAN, ni UE, ni ONU: Rajoy pone de acuerdo a los valencianos. El presidente de China Xi Jin Ping y el desarme de ETA. Semana de Pasión, días de invasión. Dª Leti besa a Masako.
Los encargados de la entrega de armas piden que la Policía francesa y española no lo impidan y que haya verificadores internacionales