VALÈNCIA (EP). Sumar cederá a otros partidos políticos involucrados en su proyecto el 30% de la representación de su Grupo de Coordinación, el principal órgano de dirección, que tendrán autonomía para designar a esos representantes mientras que el resto de este órgano será cuota de Sumar y elegido en la asamblea por los 'miembros' de la formación, los inscritos con mayor compromiso con el desarrollo del proyecto.
También desgrana que la representación electoral de Sumar se decidirá por primarias, fórmula que se contempla para otras decisiones estratégicas, convencidos de que en su despliegue como formación impera "el principio de una persona, un voto". Eso sí, recaerá en la asamblea de la formación la ratificación de esas listas.
Así se desprende del documento organizativo publicado por el partido de cara a su primera asamblea, prevista para el 23 de marzo, que pauta también la posibilidad de doble militancia dentro de Sumar, pauta su despliegue territorial para este año y establece un modelo federal y plurinacional.
Con la publicación de los documentos para su proceso congresual también se fija un calendario, que fija la presentación de candidaturas al principal órgano directivo del 19 de febrero al 3 de marzo, y la votación online de las mismas del 13 al 20 de marzo.
La ponencia describe que será el mencionado Grupo de Coordinación el que elija posteriormente el liderazgo de Sumar, la coordinación general, entre sus integrantes votados por sus bases y también la composición de la Ejecutiva, que de nuevo tendrá una composición híbrida con presencia de cargos de otros partidos.
El texto, coordinado por el diputado Lander Martínez y la economista Paula Moreno (ambos de la dirección provisional de Sumar), fija que estas bases orgánicas estarán vigentes hasta la celebración de una nueva asamblea "constituyente" fijada para otoño de 2024, donde se aspira a tener de forma definitiva el marco normativo de Sumar.
De esta forma, la ponencia organizativa define que el Grupo Coordinador estará compuesto por hasta un máximo de 110 miembros, de los cuales 76 serán cupo de Sumar y otros 33 para los partidos progresistas que cooperen con Sumar. Y puntualmente se contempla la designación de cuatro miembros de Sumar seleccionados por sorteo para sesiones deliberativas, con voz pero sin voto. Además, se establece que en todos los casos habrá paridad entre hombres y mujeres.
Precisamente ayer la líder de Sumar, Yolanda Díaz, enfatizó ayer que su formación no es un partido tradicional sino que busca un modelo flexible, que combine la fuerza del movimiento ciudadano con la "experiencia y bagaje" de los partidos con los que comparten horizonte progresista del país.
De esta forma, Sumar describe las organizaciones involucradas en su desarrollo a IU, Cataluña en Común (los comunes), Más Madrid, Verdes Equo, Contigo Navarra (confluencia regional donde está presente Podemos) e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Actualmente, las cuatro primeras formaciones figuran en la ejecutiva provisional del proyecto abanderado por Díaz.
Por tanto, no figuran fuerzas que componen la coalición electoral como Compromís, Chunta Aragonesista, Més per Mallorca, Drago Canarias y Alianza Verde. Para estos casos, Sumar busca estrechar la colaboración más allá de la mera alianza electoral. Y en el caso de las formaciones regionales se reconoce su arraigo y presencia autonómica.
En el caso de los partidos comprometidos en la construcción orgánica de Sumar, se abre la puerta a la doble afiliación al pautarse la "aceptación de la participación de los militantes en Sumar en plena igualdad de condiciones".
"Sumar no puede reducirse al concepto de partido político tradicional y, al mismo tiempo, va más allá de una clásica coalición de partidos", subraya el documento.
La ponencia proclama que la asamblea es el principal órgano de decisión de Sumar y, además de elegir al principal órgano de dirección, tiene la potestad de ratificar listas a nivel estatal y europeo (elegidos en primarias) y validar acuerdos electorales, entre otros.
También describe que la dirección, Grupo Ejecutivo, estará compuesto por un máximo de 25 miembros, a propuesta de la coordinación general y elegida por el Grupo de Coordinación, donde también se reserva a los otros partidos una representación (máximo dos representantes por cada partido).
Por otro lado, Sumar reivindica su vocación de aglutinar a multitud de sectores progresistas con formas de participación política "adicionales" y pensadas para acoger a personas sin adscripción partidista.
Así, detalla varios niveles donde están los inscritos, que participan en debates y encuentros además de plantear propuestas, y luego están los 'miembros' de Sumar, inscritos similares a los militantes que aceptan también el Código Ético de la formación, abonan una cuota periódica y pueden optar a puestos en el partido. Y este colectivo es el que compone la asamblea.
Mientras, el documento organizativo también consolida los grupos sectoriales de Sumar, con presencia de expertos y miembros de la sociedad civil que elaboran las propuestas ideológicas para el proyecto de país, además de encomendar la "consolidación y extensión" de Sumar a nivel territorial.
Concretamente y para el "crecimiento ordenado" de Sumar en las distintas regiones, y acorde con un modelo federal, se fijan Grupos Territoriales que también otorgan una representación del 30% a otros partidos.
En su ponencia, Sumar aspira a crear una nueva cultura política con espacios de participación "amables", sobre todo pensando en atraer a personas no ligadas a los partidos para hacer crecer el espacio a la izquierda del PSOE.
Con esta inicial "arquitectura orgánica", el proyecto que abandera Díaz busca "consolidarse" tras la primera fase electoral del 23J, consciente de eso precisamente ha sido uno de los hándicap en las formaciones de nuevo cuño. Para ello, apuesta por una estructura "descentralizada" frente a modelos "verticales".
"Sumar aspira no solo no sólo una recombinación electoral de los partidos que ya conformaban este espacio. El objetivo es articular un movimiento popular amplio, plural y arraigado". "Son muchos los ejemplos en estos últimos años de organizaciones que gozan de un fulgurante despliegue inicial pero que, con el paso del tiempo, son incapaces de echar raíces en los territorios", ahonda el texto.
También reivindica la pluralidad y coralidad como eje del proyecto, al rehuir de fórmulas "unificadoras" que reducen "la complejidad a la uniformidad". "Una nueva cultura política laica de sí misma, que construya palacios del pueblo y no catedrales de nosotros mismos", zanja la ponencia de Sumar.