ALICANTE. La administración inyecta miles de millones de euros al año en subvenciones a nivel nacional, autonómica y local. Sin embargo, a las Pymes no llega lo que tiene que llegar y no sólo por la conciencia de que la gestión pública es lenta. Hay que añadir las corrupciones políticas que vivimos que a muchos dan a entender que las subvenciones son para los amigos afines.
Además, también unimos el factor “trámite”. Si una Pyme quiere conseguir una subvención de 200.000 euros a través del CDTI lo tiene difícil. Tramitar una subvención no es un tema fácil por mucho que la administración pública quiera.
Las empresas pueden preparar el expediente para la subvención, pero la falta de experiencia para rellenar adecuadamente los formularios, acopiar la documentación, preparar un plan positivo, y que este sea convincente no es fácil. Se requiere experiencia y el don del convencimiento, y donde el contacto preciso y la amistad, como en todo, puede ser un factor clave.
A tales efectos existen empresas cuya misión es gestionar las subvenciones. Son verdaderos cazadores de subvención que trabajan con un “fee” o comisión a éxito, porque saben con alta probabilidad que pueden conseguirlas. Incluso en las empresas que no tienen proyectos, los cazadores les tocan las puertas y por los datos públicos de sus cuentas, de su actividad (ellos saben que actividades son subvencionable) se presentan, montan proyectos y consiguen subvenciones.
¿Y que pasa si el proyecto subvencionado no alcanza el éxito? Pues no pasa nada, pero al menos el dinero se queda en España y no vuelve. Pero decir que “el dinero se queda” es chocante, chirria. Estas palabras pueden dar entender que se cree más en el dinero que en la viabilidad del proyecto.
Por reducción al absurdo, si lo importante es que se quede el dinero en España, lo importante es financiar los gastos y hasta que punto “¿los gastos corresponden a un proyecto viable?”. Dicho de otro modo: ¿se financia los gastos de explotación a través de una subvención que no tiene objeto y una parte es para quien la monta y el resto para la empresa?
El fee de un cazador de subvenciones puede estar sobre el 20% de la subvención (lo prepara todo, hasta la idea del proyecto). Así, con cuatro CDTIS de 400.000 euros, ganas 320.000 euros al año, y además si eres bueno tramitando puedes disfrutar de unas largas vacaciones en caso de que no te quieras hacer muy rico.
Si eres una de las empresas grandes, por 320.000 euros, puedes tener tu equipo de cazadores en nómina e ir a por ellas; digamos que incluso puedes permitirte el lujo de que alguno de ellos sea residente en Bruselas donde se manejan las grandes.
Telefónica, por ejemplo, recibió en el 2021 la cuantía de 200 millones de subvenciones en un proyecto de fibra óptica y Ferrovial ha recibido 14 subvenciones por 3,2 millones de euros en los últimos años según fuentes de la red.
Con los fraudes los mecanismos de control de las subvenciones han mejorado, requiriendo que la documental para tramitar la subvención esté respaldada con la firma de un auditor. Pero el auditor da fe a la documentación, pero no de la viabilidad del proyecto, lo cual es función de la administración pública.
Una consideración novedosa es utilizar la subvención para otro fin. Se convierte en un instrumento de cumplimiento normativo ajeno a su objeto. El auditor, además, debe verificar el período de pago de la empresa que pide la subvención. Es decir, si la empresa paga a más de 60 días no puede recibir subvenciones, independientemente del proyecto (esperemos que con estas medidas cumplan con los 60 días las grandes constructoras, promotoras y eléctricas).
También existe, al menos la intención, de utilizar la subvención como un arma para que las grandes corporaciones subvencionadas no se vayan a otros países, incluyendo Europa, y donde la presión fiscal es mucho menor. Sin embargo, a una gran corporación como Ferrovial y considerando el importe que circula en los medios, 4,3 millones de euros de subvenciones recibidas, no le quita el sueño ni el billete del camino.
Además, el maná trae un beneficio doble, las ventajas fiscales que pueden ser tan importante como las subvenciones.
Vista la lírica de las deducciones, habría que pensar que se puede deducir una pyme de 10 millones de euros que está en un sector tradicional e importante, por ejemplo, la hostelería. ¿Podrá hacerlo Movistar?
Para finalizar, hablemos de las tres principales convocatorias a nivel europeo, comentando las propiedades de forma explícita.
1. Ayudas CDTI, promover innovación; prestamos preferenciales sin CIRBE, compatible con deducciones fiscales, menores requisitos de garantía patrimonial que la banca; subvenciones hasta el 70%.
2. Fondos Next Generation EU. Financia proyectos de transformación digital, reindustrialización y pacto verde, para afrontar las consecuencias socioeconómicas de la Covid 19. España tiene asignado 140.000 millones de euros.
3. Horizonte Europa (2021-2027). 95.500 millones de euros, alcanzar impacto científico, económico y social; en tres pilares: excelencia científica, Desafíos mundiales y competitividad; innovación.