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APORTARÁ 300.000 EUROS PARA CONSERVAR UNA CUEVA EN CANTABRIA

Stuart Weitzman, de icono del glamour del calzado de Elda a mecenas del patrimonio prehistórico

22/09/2017 - 

SANTANDER (EFE). Stuart Weitzman, creador de los zapatos más codiciados y hechos en Elda, ha quedado prendado por La Garma y contribuirá a conservar esta cueva cántabra Patrimonio de la Humanidad, que es singular por sus representaciones gráficas y por los huesos y objetos que permanecen en su suelo desde hace miles de años.

Weitzman (Estados Unidos, 1941), cuyo nombre está asociado al lujo y al glamour, se ha dedicado toda su vida "a dar alegría a la mujer" con sus diseños, y ahora que ha 'colgado las botas' está redescubriendo nuevas pasiones, como esta cueva cántabra situada a unos treinta kilómetros de Santander.

Como explica a Efe, su compañía, que ha vendido -en 2015, vendió al empresa al grupo estadounidense Coah por 480 millones de euros-, está ahora en otras manos "para que la dirija otro y hacerlo mejor", de modo que puede dedicar su tiempo "a otras cosas". "Es un nuevo camino y tengo ganas de ir pasando por ello", destaca.

Cantabria le ha mostrado este viernes  su agradecimiento, en un pequeño homenaje en el Museo de Prehistoria junto a su socia, Barbara Kreger, porque su fundación va a aportar 300.000 euros en tres años para conservar, investigar y difundir la cueva de La Garma (Ribamontán al Monte), uno de los yacimientos más ricos del Paleolítico europeo.

El diseñador asegura que es mucho más lo que recibe. "Si pongo en una balanza lo que yo he dado a Cantabria y lo que estoy recibiendo pesará lo que recibo", dice a Efe, con una amplia sonrisa.                  


En este homenaje, Weitzman ha estado acompañado por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y por el consejero de Cultura de esta comunidad, Francisco Fernández Mañanes, que le han agradecido la contribución de su Fundación para conservar y difundir La Garma.

Con la colaboración de la World Monuments Fundation, la Fundación Weitzman aporta esos 300.000 euros, que servirán para continuar investigando en la cueva y hacerla más conocida. Está previsto, entre otras cosas, un proyecto de realidad virtual con unas gafas con las que quien se las ponga tendrá la sensación de estar dentro de La Garma. El Gobierno de Cantabria confía en consolidar esta colaboración con Weitzman, que da a la cueva "un marchamo internacional", además de ayudar a su conservación.

Esta contribución a La Garma es una de las formas con las que Weitzman quiere devolver una parte de lo que ha ganado gracias a España, ya que sus zapatos, que recorren todo el mundo y se venden en 80 países, están fabricados en Elda.

El interés de Weitzman por la prehistoria se ha forjado en visitas de muchas horas redescubriendo los tesoros de La Garma, donde llegó casi por casualidad cuando quería visitar la más conocida Altamira, que está cerrada al público. Entonces le hablaron de esta otra cueva, que atesora 500 representaciones gráficas y en cuyo suelo pueden encontrarse objetos, adornos y huesos de animales.

"Yo no tenía ni idea de aquel mundo, estaba solo con mis productos de moda y mi familia, y haciendo mi vida. Cuanto más se aprende de este mundo más se quiere saber, porque lo que ha sucedido antes de nosotros es infinito, y las cuevas nos lo enseñan. La verdad se encuentra en las cuevas", señala.

 El diseñador está fascinado y resalta la poca evolución biológica entre los habitantes de cuevas como la de La Garma, hace miles de años, y el hombre actual. "Nadie piensa en esto, pero nuestro ADN es el mismo", indica. En éste, su segundo viaje a Cantabria, Weitzman se ha dejado seducir por otros encantos de la región, como la capital, Santander, y su mítico Sardinero. "¡Qué bonito es! Es una vista de mar y playa que cualquier ciudad del mundo sentiría orgullo de tenerlo", comenta.

 El presidente cántabro ya le ha avisado de que va a intentar con todas sus fuerzas que Weitzman se siga "enganchando" a Cantabria. "Es un vendedor", ha bromeado el diseñador en alusión a Revilla, que no ha dudado en reconocerlo y en proclamar el tirón turístico de su tierra.

Como muestra de agradecimiento, además de la placa que se colocará en La Garma reconociendo a la Fundación Stuart Weitzman y a Barbara Kreger, el diseñador se lleva de Cantabria los libros que ha escrito Revilla, que le ha despedido a lo "Casablanca": "Éste es el comienzo de una hermosa amistad", le ha dicho.

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