De bicicleta urbana a eléctrica en cinco segundos: el plan emprendedor de Spiny da pasos en Alicante

ALICANTE. Un dispositivo totalmente desmontable y portátil para convertir cualquier bicicleta urbana en eléctrica en tan solo cinco segundos. Es el proyecto de Spiny, que surgió a partir de la necesidad de sus fundadores de trasladarse en las ciudades con bicicletas. "Muchas veces, en momentos de mucho calor o ante citas o reuniones a las que no se quieres llegar transpirado pensábamos en la idoneidad de una bici eléctrica. Eso sí, no queríamos dejar de usar las nuestras. Así que pensamos en un dispositivo que convirtiera fácilmente una bicicleta urbana en eléctrica y surgió Spiny". Así lo explica a Alicante Plaza uno de los cofundadores de este proyecto emprendedor, Marco Cocchiarella.

A partir de esa idea fueron madurando el plan. Los creadores ya venían de desarrollos en movilidad y veían clave el poder crear un dispositivo que fuera desmontable y ligero para poder cargarlo y así hacerlo ágil y útil, también, para evitar robos al dejar los vehículos aparcados. "Es nuestra diferenciación. El proceso de desarrollo ha sido de casi dos años y ahora comenzamos a entregar las primeras unidades". Su previsión este año es llegar ya a los 1.500 equipos vendidos. Comenzaron a caminar en 2020 pero la pandemia les frenó. Llegaron a la Comunitat Valenciana con Lanzadera el año pasado y ahora trabajan para trasladarse a Alicante. El equipo de Spiny lo forman unas siete personas y ahora tienen una pequeña base en la ciudad alicantina y, aún, parte de las instalaciones en Lanzadera, en València. 

Sus hitos y tropiezos

Así, Cocchiarella destaca del recorrido hasta ahora de Spiny, primero: haber llegado a validar el producto en el mercado. Fue en 2021. Después, pasar al plan productivo y tener una demanda de 1.500 equipos este año. "En medio ha habido caos por ser una startup. No es una cosa fácil. Somos una empresa de base tecnológica, con desarrollo, diseño, electrónica, agregado de valor y componentes propios. Es nuestra tecnología y, ahora queremos consolidarnos en el país, pero con la vista a tener alcance europeo y también adaptarnos a Latinoamérica. La capacidad de expansión del proyecto es grande". Eso sí, primero quieren pisar firme en el país.  

Para el cofundador de Spiny, lo más importante de su estrategia es "cómo todo el foco está en el cliente". Así, en cada paso de desarrollo han pensado, probado y preguntado a clientes y, en base a sus respuestas, han realizado modificaciones que entendían que eran necesarias. Su propuesta de valor principal es conseguir que una bicicleta urbana se convierta fácilmente en eléctrica sin preocupaciones para quien la usa. "El dispositivo se pone y quita en cinco segundos o menos, -explican desde la startup- y ha conllevado mucho trabajo conseguir que también tenga un coste accesible". Así, además de las ventas tradicionales, desde Spiny también planean un futuro plan de suscripción mensual o anual con el que poder optar al dispositivo sin comprarlo necesariamente. "Este sistema también podría ser útil para empresas de alquiler de bicicletas o que presten ese servicio". 

Crowdfunding y apertura de mercado

De su paso por Lanzadera, desde Spiny destacan "un antes y un después para quienes pasamos por allí. Nos ha cambiado la forma de pensar y ayudado a encarar negocios y gestiones. Creo que va a transformar el emprendedurismo de España y también a empresas de otros países. Está muy bien estructurado y el plan de formación es de mucha calidad", afirma Cocchiarella. 

Además de querer llegar a sus clientes finales, las personas que se trasladan en la ciudad en bici para sus actividades diarias, también quieren apuntar a firmas de alquiler de bicicletas o con flotas para su servicio. A corto plazo, Spiny prepara su sistema de suscripción para Alicante y València. Para ello, además, planean un crowdfunding. Así, después de su implantación y de afianzarse en España ponen la vista en el mercado alemán. 

Por otra parte, y tras el recorrido con Spiny, Cocchiarella aconseja a quienes quieren o empiezan a emprender, que "no tengan miedo a equivocarse. Es parte del camino. Está bien. Tampoco deben de perder el foco en el cliente. El miedo y el foco han sido la causa de los mayores problemas que he tenido". En este sentido, el emprendedor asegura que "llevo 20 años emprendiendo y los años enseñan lo que no hay que hacer. Hay que hablar mucho, no pensar que algo es loco y guardarlo, sino escuchar, probar, validar, agilizar y aprovechar los lugares de exposición. Necesitamos cada vez a más personas que emprendan. Que se animen".