Los amantes de la Segunda, Segunda B y categorías inferiores esperamos y vivimos con emoción el sorteo de la primera ronda de la Copa del Rey. Un torneo que esta temporada estrena formato, bastante más interesante que el anterior. A partido único (hasta semis) en el campo del equipo de inferior categoría. Con los conjuntos de Primera y Segunda entrando en la competición desde el principio. Sin que los de Segunda B y Tercera tengan que 'matarse' en eliminatorias previas. Y con la excelente iniciativa de la aparición de los campeones de Regional. Podría mejorarse el sistema, con sorteo puro como en Inglaterra, pero todo ello es un avance muy importante para darle mayor atracción.
Fortunas de los sorteos, la bola del Elche fue la primera que salió cuando entraron los equipos de Segunda. Su rival, la Gimnástica Segoviana. Un club de Tercera, que representa a una capital de provincia de Castilla y León. Segovia es una ciudad de unos 51.000 habitantes, famosa por su acueducto, su alcázar y su cochinillo. Da nombre a una provincia en la que viven unos 150.000 habitantes. Menos que en Elche. El cuadro ilicitano visitará una de las zonas de la España vaciada.
Lo más alto que ha visto Segovia a su equipo de fútbol recientemente es en Segunda B en tres temporadas. La última, en la 2017/2018. Elche y Gimnástica Segoviana militaron en la misma categoría hace dos años. A mediados de diciembre, se verán las caras en Copa como escuadras de Segunda y Tercera. "Para nosotros, es una fiesta. Es un día para disfrutar y llenar nuestro campo. Que la gente de Segovia tenga la oportunidad de ver a un equipo de Segunda", dijo Juan Antonio Sanz, gerente de la Gimnástica Segoviana, tras el sorteo.
Puestos en contexto, a muchos os parecerá una enorme tontería, pero este emparejamiento me despierta entusiasmo. Será la magia, el encanto de esta Copa del Rey. Mi pasión por el fútbol modesto. El Elche jugando en Segovia. En el estadio de La Albuera, que luce bonito y moderno con sus gradas con tonos verdes. A pesar de que la Gimnástica juega de azulgrana.
Sí, soy muy friki. De esos que recorrerían toda España en su coche sólo para visitar estadios de fútbol. Y tengo la fortuna de que mi trabajo me puede llevar a ello siguiendo a mi equipo.