ELCHE. Entrar a un restaurante y encontrar solo una mesa no es habitual. Una mesa con capacidad máxima para doce comensales. Esa es exactamente la transgresora idea que el cocinero Miguel Rivas ha instaurado ahora en Elche, en su restaurante Noa. Un espacio gastronómico que se esconde en el parque empresarial de la localidad, donde ofrece menús degustación, según los productos de temporada, con este novedoso concepto.
Los menús varían según la temporada de productos convirtiéndose en una experiencia para los comensales, que tan solo deben dejarse llevar por las propuestas del chef, vivir el espacio con la exclusividad de no compartirlo con nadie más, sentarse a la mesa o ver cómo se prepara cada plato desde la cocina, que queda expuesta a los clientes en un entorno diáfano.
Noa es un restaurante destinado a ofrecer experiencias gastronómicas coexistiendo con el trabajo (casi siempre oculto) del cocinero. Un formato de cocina directo y casi íntimo donde el propietario convierte los platos del menú de alta cocina, en una convivencia familiar y cercana, en la que compartir, siempre que el cliente quiera, el proceso de cocinado y emplatado a unos metros de la mesa.
La elegancia del espacio contrasta con el transformado protocolo, que se relaja creando un ambiente personalizado para cada grupo. Sin que el trasiego de camareros, comandas y clientes incesantes, con ese bullicio, se apodere de la sala. Así, Noa, del chef Miguel Rivas, apuesta por un proyecto personal, creativo y de autor que ha despertado el interés en ferias y festivales gastronómicos como el D*na, celebrado recientemente en Dénia (siendo la única participación ilicitana en el festival), abanderado por Quique Dacosta, donde se dan cita los mejores cocineros del país.
Noa es un espacio versátil que, además, se transforma en obrador para dar servicio de producción de pastelería a restaurantes, pero también se centra en el desarrollo de I+D, o en él se realizan talleres de cocina. Incluso hay una zona destinada a eventos y networking para empresas, pudiendo crear eventos a medida.
La innovación y adaptación del sector de la hostelería llegan a Elche de la mano de Miguel Rivas con un concepto minimalista donde el personal se reduce, la gestión se muestra al cliente y, lo más importante, la cocina y el talento se acerca a los clientes. Nada se esconde tras las paredes y la interacción con el chef, en un entorno amable y exclusivo que se convierte en el entorno perfecto para empresas y particulares que buscan en la gastronomía la experiencia definitiva, más allá del comer.