el turismo ruso fue residual con la llegada de la pandemia

Sin vuelos para el turismo ruso, que suponía el 1,9%: el Altet pierde 12 conexiones y Manises, dos

1/03/2022 - 

ALICANTE. Primero por la invasión, y como consecuencia de ello, por el cierre del espacio aéreo, la Comunitat Valenciana ha perdido toda conexión con Moscú. Y también con Kiev, capital de Ucrania, por la imposibilidad de operar con normalidad por el conflicto ruso-ucraniano. Entre los aeropuertos de València-Manises y Alicante-Elche Miguel Hernández, la Comunitat tenía 11 conexiones semanales con ambos países que han dejan de operar.

En el caso de Alicante-Elche, el aeródromo Miguel Hernández mantenía 12 conexiones, seis de ida y seis de vuelta, con Moscú. Eran operados por Siberian, los martes; los viernes y el domingo -en todos los casos, salida y llegada el mismo día- con el aeropuerto de Moscú Domodedovo; Aeroflot Russian Airlines tenía conexión con el aeropuerto de Moscú Sheremetyevo, los martes (llegada), miércoles (salida); viernes (llegada); sábado (salida); domingo (llegada) y el lunes (salida). En Manises, había comenzado este mes de febrero una vuelo semanal con destino a Moscú Domodedovo, operado por Aeroflot Russian Airlines, y por lo tanto había dos conexiones, una de ida y otra de vuelta.

Las conexiones entre Alicante-Elche y Kiev eran menores. Las operaban dos compañías, Bees Airlines, los lunes (llegada y salida) y viernes, y SkyUp los jueves (llegada y salida) y el domingo (llegada y salida). En el caso de València, había una conexión mediante Ryanair con llegada los martes y salida, los sábados.

Un tráfico de residentes; el turismo apenas tiene incidencia

La eliminación de estas conexiones impedirá principalmente el tráfico de los residentes rusos y ucranianos en la Comunitat Valenciana. No suponen, por tanto, ningún cambio de tendencia para la autonomía, que se nutre principalmente de turistas centro europeos, escandivanos y británicos. 

Y es que el turismo ruso había ido decreciendo desde el año 2019 y con la pandemia ya era residual; representaba un 1,9% en las estadísticas de Turisme Comunitat Valenciana, en el mejor de los casos. Las cifras que mejor representan el impacto que podía tener la llegada de este tipo de turistas a la Comunitat son las de 2019. Pese a ello, el emisor ruso ya decreció (-6,8%) ese año en la Comunitat Valenciana, aunque en la provincia de Alicante evolucionó positivamente y también el segundo trimestre de 2018 (3,6%), según los informes de Invat·tur.

Con anterioridad sí que se puede decir que el turismo ruso había crecido. De 2016 a 2019, el emisor ruso se incrementó un 82%. En concreto, el punto álgido se registró en el tercer trimestre de 2018, cuando concentró el 44,7% de las visitas y creció un 54,4%; destacó el incremento del segundo trimestre (462%), que ya concentraba un 34,1% de las visitas. En 2020, el impacto de la Covid-19 anuló prácticamente la demanda (-96,6%), pues sólo algo más de 6.000 rusos visitaron la Comunitat. 

En 2021, buena parte del año, los desplazamientos turísticos estuvieron prohibidos por la pandemia. Las conexiones aéreas se reanudaron a partir del 21 de septiembre, después de 18 meses de interrupción por la Covid-19. Hasta julio de ese año se registró cierta recuperación, que se puede relacionar con los viajes de trabajo y el uso de las segundas residencias. De acuerdo con la fuente Frontur, el turista ruso que visita la Comunitat Valenciana (perfil 2019) se alojaba en establecimientos hoteleros (35,1%), vivienda de alquiler (27,4%), segunda residencia (20,8%), y vivienda familiares o amigos (15,5%); es decir, que la mayoría lo hacía en alojamientos no hoteleros.

En total, en 2019, fueron unos 185.000 rusos -un 14% del total nacional- los que visitaron la Comunitat, el 60% de ellos, en la provincia de Alicante. La cuota respecto a otras nacionalidades era del 1,9% en la región. Según los datos de Turisme, el turista ruso permanecía una media de 12,6 días y realizaba un gasto medio diario de 124,1 euros. Sólo un 9,3% viajaba con paquete turístico; la mayoría (98,9%) lo hacía por vía aérea. Su principal objetivo era el ocio y las compras.

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