BENIDORM. Benidorm vive su segundo año de Semana Santa atípico: con una mayoría de los hoteles cerrados y con la hostelería cerrada a partir de las 18 horas. La Comunitat Valenciana sigue estricta con sus medidas para evitar una nueva ola de contagios de covid-19 y las restricciones siguen haciendo mella en las empresas turísticas. Según dijo la patronal hotelera Hosbec, abrieron el 12% de los hoteles asociados de Benidorm durante estos días festivos. Y la ocupación media de estos establecimientos era del 52,3%, un dato "impensable", según señalaron en un comunicado los hoteleros.
En concreto, la patronal contó en Benidorm con 14 hoteles abiertos, de los 140 que dispone. Esto se traduce en 3.309 plazas disponibles. Los hoteleros apuntan directamente al cierre perimetral, ya que consideran que con los turistas que puede ofrecer la Comunitat no es suficiente para tener una planta hotelera abierta al 100%. El turista internacional se ha quedado en algo anecdótico, siendo el 96% de las camas ocupadas por valencianos. Al mismo tiempo, mencionan las restricciones como un efecto negativo en los viajes.
Por lo que respecta a la Costa Blanca, ha registrado un dato de ocupación algo más alto que el de Benidorm, con un 67,1%. En la provincia, sin contar la ciudad turística, abrieron 16 hoteles de los asociados a Hosbec. Esto significa que de media ha tenido abierta el 30% de la planta hotelera.
Las previsiones de la asociación de apartamentos turísticos de la Comunitat, Aptur, también se hicieron realidad. Con todas las viviendas disponibles, el rango de ocupación estaba en torno al 5% durante la Semana Santa. En este sentido, el presidente de la misma, Miguel Ángel Sotillos, dijo que algunos de ellos habían tenido que bajar precios a última hora para alimentar la demanda.
Los resultados de Semana Santa en el ámbito de la hostelería tampoco han sido positivos para la asociación de bares, restaurantes y cafeterías (Abreca). Su presidente, Javier del Castillo, mencionó que a pesar de que ha habido "mucha gente y mucho trabajo", se ha facturado un 75% menos que hace dos años, la última vez que se pudo celebrar sin pandemia. Como en el caso de los alojamientos, también apunta a los mismos causantes.
En primer lugar, las restricciones para evitar contagios hacen que el interior esté al 30% de su capacidad y no puedan servir en barra. Además, el horario de cierre a las 18 horas hace que muchos de ellos estuvieran abiertos solo durante 4 horas. "Dentro de lo mal que estamos, ha sido una bocanada de aire fresco", dijo el empresario, que confirmó que tras estos días frenéticos tendrán de nuevo cierres entre semana muchos de ellos y se abrirá solo los fines de semana.
A ellos se suman aquellos que han decidido seguir cerrados durante Semana Santa, y que calculan que son alrededor del 40%. Javier del Castillo explicó que están ubicados principalmente en el Rincón de Loix, que tiene una fuerte dependencia del turista británico, que por el momento no se le espera hasta mayo o junio.
El presidente de Abreca señaló que a los bares cerrados, se le sumaba que muchos de los hoteles no daban comida en el establecimiento, lo que propició que muchos de ellos se quedaran en las puertas haciendo cola de los restaurantes para poder sentarse a comer. Por ello, lamentó que Benidorm sigue siendo un destino con "playas vacías" a pesar del "sol y los buenos días que salieron".
Con todo, reclamó que se pueda abrir más tarde, con aforo más grande y servir en barra, tres puntos que ven importantes para ir recobrando cierta actividad que les permita obtener rentabilidad en sus negocios.