MADRID (EP). Solo 4 de cada 10 adultos españoles son capaces de resolver problemas matemáticos al alcance de un estudiante que finaliza Secundaria, según se desprende de los resultados obtenidos en el reto matemático de la compañía Smartick, que ha dado a conocer coincidiendo con el Día Escolar de las Matemáticas, que se celebra este martes 12 de mayo.
Según los resultados del estudio, el 60% restante no ha superado, con un 4 de media, esta prueba de nivel con la que el método online de aprendizaje de matemáticas para estudiantes de 4 a 14 años ha querido poner a prueba a los adultos españoles, con la intención de medir los conocimientos que estos recuerdan de su etapa educativa.
En el reto, revisado por los investigadores Pedro Rey-Biel de ESADE y Nagore Iriberri de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), han participado más de 18.000 personas de toda España, un 65% hombres y un 35% mujeres, con una edad media de 27 años y de todos los niveles de estudio. El estudio se basaba en 10 preguntas sobre lógica, cálculo, álgebra y geometría, presentadas de forma aleatoria, con diferentes niveles de dificultad y que podrían ser resueltas por un alumno de ESO.
En líneas generales, los hombres que aceptaron el reto muestran un mayor interés por poner a prueba su 'mente de ingeniero' y contestan más que las mujeres. Los resultados obtenidos, también arrojan que los varones que participaron demuestran estar más dispuestos a finalizarlo y consiguen mejores resultados.
Por su parte, las mujeres participantes, con independencia del nivel educativo que poseen, logran en general peores resultados, muestran menos confianza en sus conocimientos, les cuesta finalizar el reto y dedican más tiempo a contestar las preguntas del test, según indica Smartick.
El objetivo del estudio era ver si el orden de las preguntas, de fácil a difícil o de difícil a fácil, tenía efecto en la tasa de abandono y en el rendimiento. Y parece que así es. Al presentarse los ejercicios de forma aleatoria por nivel de dificultad, las personas que comenzaron con los más fáciles respondieron un mayor número de preguntas --correctas o no--, mejoraron su confianza en sus conocimientos matemáticos y llegaron en mayor medida al final del reto.
Para los dos investigadores que han revisado los resultados "este estudio demuestra que ordenar las preguntas de la más fácil a la más difícil produce una menor probabilidad de abandonar la prueba (30% cuando el orden era de fácil a difícil y 44% cuando el orden era de difícil a fácil) y, por consiguiente, un mayor número de respuestas correctas. "Los hombres obtienen mejores resultados que las mujeres, pero el orden no afecta de manera diferente a los hombres y a las mujeres", concluyen.