CASTELLÓ (EP). El investigador de Fisabio-Hospital Universitario de La Plana, David El-Qutob, junto con personal investigador del Hospital Universitario y Politécnico de La Fe y la Universidad de Granada, han realizado un estudio sobre la alta incidencia del tromboembolismo pulmonar en pacientes hospitalizados e infectados con coronavirus a pesar de la tromboprofilaxis.
Esta investigación concluye que la Covid-19 aumenta el riesgo de padecer tromboembolismo pulmonar. "Es un trastorno que producía el coronavirus a tener en cuenta en los pacientes ingresados graves ya que había un porcentaje alto de tromboembolismo arterial durante la primera ola de la pandemia", asegura el investigador de Fisabio en el Servicio de Alergología del Hospital Universitario de La Plana, David El-Qutob.
El estudio se realizó en el Hospital Universitario de la Plana durante la primera ola de la pandemia. Se llevó a cabo en 52 personas, de los cuales 16 estaban infectados con el virus SARS-CoV-2 y 36 no tenían el virus. De los 16 infectados, 4 de ellos padecían, además, tromboembolismo pulmonar. Y de los que no tenían el virus, 11 de ellos sufrían tromboembolismo pulmonar.
Del resultado del estudio, se destacó que los pacientes infectados con el coronavirus y que además presentaron tromboembolismo pulmonar, tenían una edad media más baja -47.8 años- que los que no tenían tromboembolismo pulmonar -73.3-.
"Realmente lo que vimos es que el coronavirus producía tromboembolismo en gente que normalmente no lo hubiera padecido porque tener esta afección no es algo que se produzca en personas jóvenes normalmente, salvo que tengas algún factor de riesgo", aclara el investigador del Servicio de Alergología del Hospital Universitario de La Plana.
Los principales síntomas clínicos de los pacientes que padecían Covid-19 fueron fiebre, tos, mialgia o fatiga, expectoración y disnea -dificultad respiratoria o falta de aire-. La fiebre fue el síntoma más común en el grupo de infectados con diferencias estadísticamente significativas.
Por otro lado, se halló que la tasa de mortalidad del SARS-CoV-2 general en el Hospital Universitario de La Plana (1.9%) era menor que la establecida a nivel mundial (5.7%). Esto probablemente se debió a la utilización precoz de profilaxis antitrombótica -como la Heparina de Bajo Peso Molecular-, un tipo de medicamento anticoagulante, así como corticoides, según el investigador.
También afirma el estudio que el uso de terapia anticoagulante durante al menos siete días provocó una mortalidad más baja en pacientes con Dímero D elevado -un indicador indirecto de que se pueden estar generando trombos en el cuerpo-, seis veces menos que lo habitual.
El estudio está publicado en PubMed Central, un repositorio digital que contiene artículos publicados en revistas biomédicas y científicas. Forma parte del National Library of Medicine (Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos).