VALÈNCIA (EP). El conseller de Sanidad, Marciano Gómez, ha confirmado que el nuevo decreto de Atención Primaria se retomará cuando la prioridad en el ámbito sanitario no sea atender las consecuencias de la dana de pasado 29 de octubre en la provincia de Valencia: "En el momento en el que otras prioridades se cumplan, lo pondremos en marcha de nuevo".
"Los que somos médicos y sanitarios sabemos que la vida es un conjunto de prioridades. Nunca atiendes al primer paciente que llega, sino al que más le hace falta", ha manifestado respecto al estado de este decreto y a las críticas de sindicatos. Satse, CCOO, UGT, Intersindical Salud y Simap anunciaron el pasado 28 de noviembre el inicio de una campaña de movilizaciones en contra del decreto.
En rueda de prensa tras el pleno del Consell, Gómez ha explicado que Sanidad está en la fase de responder a las alegaciones presentadas al decreto. También ha destacado que es una norma "muy negociada" con los sindicatos: "Me atrevería a decir que es de los decretos que más he hablado con ellos".
Pero ha subrayado que "en este momento" la prioridad es atender la situación de la comarca de L'Horta Sud. Además, ha destacado su intención de "potenciar extraordinariamente" la atención a la salud mental tras la dana, más allá de la oficina autonómica de salud mental.
El titular de Sanidad ha recordado que la Atención Primaria era uno de los tres retos que se marcó cuando asumió la conselleria, junto a la falta de personal y la salud mental, y que este decreto era uno de sus "proyectos estratégicos" junto a la creación de una dirección general específica.
El borrador del proyecto de decreto, presentado el pasado septiembre, establecía una serie de medidas organizativas y de gestión sanitaria orientadas a mejorar la capacidad resolutiva de los centros sanitarios con el fin de responder a las necesidades de los ciudadanos.
Entre las bases que fundamentan el nuevo modelo destacan la organización jerárquica, la gestión compartida de la demanda y la incorporación de la inteligencia artificial.
En esta norma se plantea una nueva estructura jerárquica del personal sanitario de Atención Primaria y Comunitaria que se equipara a la de Atención Hospitalaria. Para ello, se crean las jefaturas de servicio asistencial de Atención Primaria y Comunitaria y las jefaturas de sección, con la finalidad de prestigiar a todos los profesionales por igual.
Otro de los aspectos contempla la nueva estructura es la integración orgánica y funcional de las Unidades de Prevención de Cáncer de Mama (UPCM) en la agrupación sanitaria interdepartamental, departamento de salud y hospital al que estén adscritas, considerándose mismo centro de trabajo, junto al hospital y el centro de especialidades
También la implantación de procedimientos de gestión compartida de la demanda, que consiste en la identificación de la necesidad real del paciente y su canalización al profesional del equipo de Atención Primaria y Comunitaria más eficiente para su resolución de acuerdo con sus competencias, con la menor demora y la mayor resolutividad posible. Para ello, serán las nuevas jefaturas de servicios y sección las responsables de implementar los circuitos de citación, monitorizar las dificultades de acceso a los servicios, supervisar los circuitos de gestión compartida y las agendas.
Para la gestión compartida de la demanda, los centros deberán tener en cuenta la implementación de guías de intervención de enfermería en procesos agudos, así como el aumento de la capacidad resolutiva de las unidades administrativas en la canalización de la demanda y la asunción de tareas administrativas, entre otros aspectos.
Sanidad prevé dotar a los profesionales de Primaria con nuevos recursos que permitan agilizar diagnósticos y pruebas complementarias para la mejora de su capacidad resolutiva. Para ello, entre otras medidas, se dotará a los centros de salud de ecógrafos, retinógrafos...
Paralelamente, se pretende impulsar la automatización de procesos y se introducirá de forma ordenada, equitativa, transparente y sostenible la inteligencia artificial. Los profesionales contarán con los mecanismos necesarios de auditoría y evaluación continua del rendimiento de cada sistema y tendrán acceso a la formación necesaria para un uso seguro y eficaz de procesos basados en IA.
En formación de profesionales, se contempla la elaboración de un programa anual y acciones específicas en técnicas diagnósticas o patologías más relevantes en otros centros. Los profesionales podrán participar en la formación universitaria y no universitaria, y en cada zona básica de salud habrá un responsable de docencia. Y en docencia universitaria se podrá denominar centro de salud universitario cuando en el convenio suscrito con las universidades se incluya a todos los centros de Primaria y Comunitaria con el conjunto o la mayoría de sus unidades asistenciales.
El pasado 28 de noviembre, Satse, CCOO, UGT, Intersindical Salud y Simap expresaron su rechazo al nuevo decreto de Atención Primaria al considerar que no ha habido una "negociación real" y que no recoge "una sola mejora asistencial para la ciudadanía, ni respecto a las condiciones laborales".
A su juicio, el nuevo modelo supone un "retroceso" en la calidad asistencial de los ciudadanos y de la sanidad pública en general. También denunciaron que la Conselleria de Sanidad "no ha aceptado ninguna propuesta de calado" aportada por sindicatos, colegios profesionales o asociaciones para el proyecto.
A su vez, consideran que supondrá un incremento económico "importante", cuando a su juicio este dinero debería ir destinado al aumento de profesionales, y más "jefes que no realizarán asistencia sanitaria".
Otra de sus críticas fue que la actual gestión sanitaria provoca "la fuga de profesionales" hacia comunidades autónomas con "mejores" condiciones de trabajo, "donde el trabajo en equipo es un valor que el conseller no reconoce".
"La Conselleria de Sanidad ha propuesto un modelo anclado en el siglo XX, desacreditado, obsoleto y contrario a las líneas actuales de la asistencia sanitaria en España", aseveraron los sindicatos.