ELCHE. La situación en la residencia de mayores de Altabix sigue siendo preocupante. A fecha del jueves, los positivos por coronavirus ascienden a 64 personas: 43 pacientes y 21 trabajadores, ya que en las últimas horas se confirmaron otros 5 contagios entre los trabajadores de la residencia — cuatro auxiliares y uno subalterno—. A este respecto, la Conselleria de Sanitat va a enviar un refuerzo de cuatro sanitarios: dos médicos y dos enfermeras, una pareja por la mañana con dos horas y otra por la tarde con el mismo tiempo. Sin embargo, dista de ser la toma de control que permite el grupo G2 al que se ha adscrito ahora la residencia por el riesgo sanitario.
En este sentido, la vigilancia activa de control sanitario grado 2 (G2) se instaura si la situación de la residencia se vuelve de gravedad por el coronavirus. Además de las actuaciones marcadas para el control G1 (medidas de vigilancia y protección en coordinación con Prevención de Riesgos Laborales), "la conselleria asume el control de la asistencia sanitaria del centro residencia", reza la indicación. Sin embargo, no se ha ejecutado esa intervención real a la que alude la clasificación de residencias aprobada por el Consell en junio de 2020.
Lejos de intervenir, no se ha producido ningún cambio en la dirección de la residencia, por lo que aunque Sanitat ha enviado estos cuatro refuerzos del Departamento del Hospital General al que está adscrito el centro, no ha asumido ese control. La propia indicación de este decreto es laxa y genérica, de forma que permite a la conselleria actuar según convenga. En este caso, desde la asociación Adbar valoran positivamente el refuerzo, aunque entienden que lo mejor es que la estancia de estas incorporaciones fuera a la vez, y no en horario diferente. Pero de esta forma podrán complementarse con la única enfermera que hay en el centro y que no puede estar en la zona covid y en la de usuarios sanos.
Desde la asociación entienden que el personal les puede ayudar a sectorizar, y en cualquier caso, aseguran que están muy agradecidos a la plantilla del centro por el esfuerzo. Aunque inciden en que la reacción de Sanitat llega tarde porque llevan días avisando, además de los expedientes abiertos del Síndic de Greuges pidiendo actuar a la Generalitat. "Esta situación agrava la situación de la residencia, llueve sobre mojado porque es una residencia con pocos medios desde antes de la covid".
En cuanto a los residentes que faltaban por hacerse la prueba no hay ningún positivo, ni entre quienes pasaron el coronavirus en marzo ni de quienes se hicieron prueba de antígenos el sábado entre el personal laboral. Eso sí, se han suspendido las videollamadas por los positivos, aunque la empresa ha contratado a una persona para informar de la situación, aunque se incorpora el lunes porque hay que hacerle la prueba PCR.
Por último, y no menos relevante, el regimiento militar que desinfectó la residencia no lo hizo en todas las habitaciones, ya que en varias de ellas se suponía que no había positivos por covid, pero el miércoles se confirmó que en varias de esas habitaciones sí se han detectado positivos. Desde el paso del regimiento han sido 22 los nuevos contagios, 17 pacientes y 5 trabajadores. Por esto pedían en Adbar desde el 29 de diciembre, fecha en que la primera trabajadora dio positivo, que se hicieran las pruebas PCR al mismo tiempo a pacientes y a la plantilla.
A este respecto, desde CCOO lamentan la tasa tan elevada de positivos entre los residentes y trabajadores y explican que "es imprescindible la intervención de la residencia por parte de Conselleria", yendo más allá del refuerzo con cuatro sanitarios. Explican desde que "esta residencia pública de gestión privada por la empresa La Saleta no debe quedar impune ante la nefasta gestión llevada a cabo". Aseveran que la falta de personal por contagios y déficit de personal estructural, "hace que la situación del conjunto de la plantilla sea insostenible para poder llevar a cabo su trabajo en condiciones, con sobrecarga del mismo, llevando a cabo tareas que no son de su responsabilidad y ante esto no encuentran receptividad por parte de la empresa a la situación que están padeciendo".
Consideran que Sanitat "debería de tomar medidas contundentes y rescindir el contrato con lo que ello conlleve. Recordemos que esta residencia de la tercera edad es pública por lo que la Conselleria tiene responsabilidad en su buen funcionamiento", apuntan, y sentencian apostando por "la gestión pública de servicios esenciales como el del cuidado de nuestros mayores".