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Sánchez devuelve a Mazón la ocasión de exigir la financiación y le complica la vida al PSPV

20/06/2024 - 

VALÈNCIA. El pasado mes de abril, este diario informaba de que la reforma del sistema de financiación autonómica, un año más, no figuraba en el Plan Anual Normativo (PAN) 2024 aprobado por el Consejo de Ministros a finales de marzo. De esta manera, y para decepción del Gobierno valenciano -que viene reivindicando esta remodelación desde hace años-, era una prueba más de que no entraba en la hoja de ruta del Ejecutivo central liderado por Pedro Sánchez.

No obstante, y como ya se apuntaba en aquella información, sólo podría abrirse una rendija de esperanza si el presidente del Gobierno interpretaba que podría obtener una ventaja política de ello o si se viera forzado por otra circunstancia como podría ser una negociación bilateral con Cataluña sobre esta cuestión. Justo lo que ahora acaba de ocurrir.

Días atrás, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya abría la puerta a una financiación "singular" para Cataluña. Un anuncio que coincidía con las negociaciones para la investidura de su compañero Salvador Illa todavía abiertas, y que este miércoles se encargó de aderezar con el aviso de que convocará una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para finales del mes de julio, invitando al PP a presentar una propuesta para la reforma del sistema de financiación.

Un reto que casi suena a provocación. Obviamente, la lógica indica que debe ser el partido que gobierna quién presente una iniciativa en este sentido, pero desde hace meses se viene produciendo una batalla por el relato respecto a quién tiene la culpa de por qué no se aborda de una vez la reforma de un sistema caducado desde 2014 y que perjudica notablemente a la Comunitat Valenciana.

Los socialistas llevan meses insistiendo en que el PP no tiene una posición única sobre esta materia, y aseguran que Pedro Sánchez propuso a Alberto Núñez de Feijóo abordar este debate cuando se reunieron el pasado mes de diciembre. Además, se escudan en que para sacar adelante un nuevo modelo necesitan de un pacto con los populares para llevar la propuesta al congreso. Bien es cierto que el PP, que actualmente gobierna en 11 autonomías, puede tener dificultades a la hora de tejer una posición única sobre financiación autonómica, pero también lo es que el Gobierno liderado por el PSOE no necesita el respaldo del PP para poner sobre la mesa una propuesta y ni siquiera para llegar a aprobarla. De hecho, en 2009, la última reforma del sistema de financiación no fue apoyada por los populares, que se abstuvieron.

Lo que está claro es que la financiación ocupa, y esto es noticia, un espacio en la agenda política nacional. El propio Sánchez hablaba este miércoles sobre ello en el Congreso: "Cataluña merece una mejor financiación, como el resto de territorios de España", defendió el presidente del Gobierno, para recordar que su ejecutivo ha invertido 250.000 millones "de media más" que los últimos seis años que gobernó el PP.  

Una coyuntura, la de que la financiación sea noticia, que ha sido recibida con los brazos abiertos por parte del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que se ha lanzado a tumba abierta para redoblar su reivindicación sobre el cambio de modelo. Este miércoles, se atrevía incluso a incluir en la reforma la posibilidad de que las autonomías pudieran manejar incentivos fiscales; una iniciativa de difícil encaje legislativo -y que sorprendió no de forma agradable en Génova- que desde el PSPV tacharon de "propuesta de barra de bar".

Más allá de ese rifirrafe verbal, lo que resulta evidente que la decisión de Sánchez de desenterrar la reforma del sistema de financiación ha dado alas al Consell de Mazón, que tal y como ha informado este diario, está especialmente interesado en abrir debates con el Gobierno central para poner en la agenda sus reivindicaciones y, de paso, poner en apuros a la líder del PSPV-PSOE, Diana Morant, que además es ministra en el ejecutivo de Sánchez.


De hecho, el foco nacional de esa ventana de reivindicación de la financiación se había entrecerrado para el Consell en los últimos meses. La decisión por parte del Gobierno central de prorrogar los Presupuestos Generales del Estado (PGE), el propio ciclo electoral con sucesivos comicios y el poco entusiasmo de Feijóo sobre esta cuestión, había dejado esta exigencia con muy poco impacto en la agenda política.

Es más, tal y como ha informado este diario, la labor de oposición en lo referente al PSPV apunta a centrarse ahora en la gestión del Consell PP-Vox y tratar de dejar de lado las batallas nacionales. Sin embargo, las necesidades de Sánchez han cambiado y, con ello, todo apunta a que los populares valencianos van a centralizar sus críticas y reivindicaciones sobre esta cuestión, secundado además en este caso por Compromís, mientras que el PSPV de Morant tendrá que jugar a la defensiva, salvo que sea capaz de poner sobre la mesa asuntos de agenda valenciana de fuerte calado.


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