MADRID (Europa Press). El piloto español Carlos Sainz (Peugeot) ha explicado que su segunda victoria en el Rally Dakar ha sido "la más difícil y la más emotiva", ocho años después de lograr la primera, después de llegar a España acompañado por un "abrumador" recibimiento en el que ha explicado que no tiene decidido su futuro, pero que sí tiene claro que será "piloto toda la vida".
"Gracias por el abrumador recibimiento en el aeropuerto. Es difícil de explicar lo que uno siente cuando sucede algo así y lo único que podemos hacer es agradecerlo con todos los aficionados, amigos, con Peugeot y por supuesto con la familia. Ha sido una carrera muy intensa", dijo Sainz en una rueda de prensa celebrada nada más aterrizar en Madrid, donde desgranó cómo ha ido el Dakar
"Yendo al primer tramo le dije a Lucas (Cruz, su copiloto): 'Hay que ganar esta carrera como sea, tenemos que conseguirlo'. Hemos conseguido la victoria en uno de los Dakares más complicados, incluidos los dos que hice en África. Ha sido una carrera de sorpresas. El coche ha ido fenomenal, solo ha tenido dos pequeñitos problemas y la fortuna nos sonrió. Le prometí a mi mujer y a mis hijos que este año iba a acabar y no solo he acabado", apuntó con una sonrisa, acompañado por su familia, incluidos sus padres y su hijo Carlos, piloto de Fórmula 1.
Preguntado por su futuro, el madrileño explicó que su posible participación en el Dakar 2019 no es "una decisión que haya tomado al cien por cien" y que, recién conquistado su segundo título, se encuentra en el "momento de reflexionarlo, de hablar con la familia, los amigos y decidir".
"Entiendo que haya mucha gente que se haya preguntado: '¿Pero qué hace este hombre corriendo? ¿Por qué lo hace? No lo necesita, tiene una edad...'. El tiempo me ha dado la razón. Seré piloto toda la vida, pero soy consciente de que va a llegar el día de dejar el Dakar. Ahora no lo tengo claro. Si no fuera conocido a lo mejor me gustaría hacer el último Dakar, pero no soy el héroe enmascarado", comparó con humor.
Sainz reconoció que esta edición del rally más duro del mundo ha sido "mucho más emotiva, más difícil, por el momento, porque era el último año de Peugeot, pero sobre todo por cómo ha sido el Dakar". "Yo no soy una persona exagerada, pero es que realmente ha sido complicado, y si encima le sumas que era la última oportunidad con Peugeot... Se daban muchas circunstancias para que fuera especial", analizó.
En este sentido, alabó la capacidad del Dakar para ir "sorprendiendo día a día". "Este año la organización ha puesto al limite a coches, pilotos, asistencias y a todo el mundo, que era la filosofía de esta carrera y se había ido perdiendo un poco porque en Sudamérica era difícil encontrar un recorrido similar al de África. Desde luego ha sido mi Dakar más duro", reiteró.
"No es una satisfacción especial ganar a Peterhansel"
Tras explicar que no le supone "una satisfacción especial" haber batido a Stephane Peterhansel, al que considera "el piloto que mejor entiende el Dakar de largo", Sainz explicó que no le "merece mucho la pena mucho el tema de la penalización" que sufrió y luego le fue retirada por un encontronazo en carrera con el piloto holandés de quads Kees Koolen.
"Me sorprendió cuando los comisarios me llamaron la primera vez y expliqué lo que había pasado. Nos llevamos un susto tremendo tanto el piloto del quad como yo. Fue una sorpresa la sanción de diez minutos, luego recapacitaron y me alegro de que fuera así. Gracias a Dios no fue nada para él. Podría haber sido mucho peor, sobre todo para él", reconoció, pidiendo que "no se hable mucho" de este tema porque a él personalmente le "da igual".
En cuanto al peor momento durante este Dakar, el bicampeón de la prueba recordó que fue en la segunda etapa. "Lucas estaba muy mal y vomitó seis o siete veces dentro del coche, pero aguantó con su bolsita muy pulcramente. Tuvimos dos pinchazos y algunas dudas al final de la etapa que nos hicieron perder 17 minutos", detalló.
En esta línea, quiso alabar la labor de su copiloto. "Lucas se ocupa de muchas cosas y me quita muchos rollos de la cabeza. Da gusto convivir con él, jamás tiene una mala ni una buena contestación. Gran parte de esta victoria es de él", añadió el piloto de 55 años, para el que "la edad es una anécdota".