ALICANTE. El constructor alicantino Joaquín Rocamora y su socia habitual en la última década, la valenciana María José Lladró, han dado los primeros pasos para 'desmantelar' la promotora Litoral Mediterráneo 2 SA, con la que originalmente estaba previsto que urbanizasen el segundo sector del PAU-5, en la playa de San Juan de Alicante, que resta por terminar. Como contó Alicante Plaza, la promotora renunció a su papel de agente urbanizador de la zona a favor de una nueva mercantil constituida por las constructoras CHM, Grupo Bonmatí y Alibuilding (de los fundadores de Goldcar, Juan y Pedro Alcaraz).
Una vez cumplido este trámite, al que el Ayuntamiento de Alicante dio el visto bueno en pleno la pasada semana, como también ha contado este diario, María José Lladró (de la segunda generación de la familia fundadora de la emblemática empresa de porcelana) y Rocamora han dado los primeros pasos para dejar sin actividad la empresa, de la que también formaban parte como socios el otro 50% de Alicante Urbana, la familia Gallego, y el benidormense Francisco Murcia Puchades, con diferente grado de participación en el accionariado. Tal como se ha reflejado en el Borme, el primer paso ha sido una reducción de capital de un millón de euros, fruto de la recompra de acciones a uno de los socios.
La junta de accionistas de Litoral Mediterráneo 2 SA aprobó la pasada primavera la operación de compra de acciones para autocartera y su posterior amortización, de forma que el capital social se ha reducido en 943.000 euros, según la inscripción publicada en el Boletín Oficial del Registro Mercantil la pasada semana. Tras esta reducción, el capital social de la mercantil se eleva todavía a 2,86 millones de euros. Antes de esta operación para reducir el capital invertido por los socios, María José Lladró tenía aproximadamente el 45% del capital de la promotora a través de dos de sus empresas; la familia Rocamora, a través de distintas sociedades de su holding, controlaba aproximadamente otro 25%, y el resto se dividía entre la familia Gallego (hoy volcada en Quadratia) y Murcia Puchades.
La renuncia a urbanizar el resto del PAU-5 y la reducción de capital en Litoral Mediterráneo 2 no es el primer paso atrás que dan Lladró y los Rocamora en su histórica alianza promotora. Como ya contó este diario en su día, la empresaria valenciana y el constructor alicantino comenzaron hace dos años a cerrar varias de las empresas que tenían a medias. El detonante, según publicó luego Expansión, fue el concurso de acreedores al que se vio abocada la mercantil La Cañada, que nunca llegó a ejecutar el PAI en Onil para el que se creó y terminó liquidada por su deuda con la Sareb. La caída de La Cañada arrastró a otra de las sociedades de Lladró, socia de la primera, que está también en liquidación en estos momentos: Attivare.
Precisamente, esta misma empresa forma parte del accionariado de Litoral Mediterráneo 2, que parece abocada a la desaparición al estar en liquidación uno de sus principales accionistas y dadas las fricciones que el desenlace en La Cañada (a la que Lladró intentó sin éxito llevar a concurso voluntario) ha provocado entre los otrora aliados. De momento, como adelantó este diario, será Urbanizadora PAU5 S2 la encargada de terminar la urbanización de la Playa de San Juan.
La inversión estimada de la nueva firma fundada por CHM, Bonmatí y los Alcaraz supera los 3 millones de euros, para dotar de servicios a un cuadrante en el que ya conviven varios edificios de viviendas preexistentes y el Hotel Almirante. El conjunto del sector abarca una superficie de 128.197 metros cuadrados que lindan con el término municipal de El Campello por el norte, con la Avenida de Niza y con el sector 1 del PAU 5, ya urbanizado. En él se dará cabida a la construcción de un máximo de 492 viviendas en edificios de un máximo de 10 alturas.