VALÈNCIA (EFE/María Pachón). El premio Nobel de Economía Robert F. Engle descarta una reacción "dramática" de los mercados al resultado de las próximas elecciones en los Estados Unidos, pero defiende que "la economía será diferente después de cuatro años del próximo presidente, dependiendo de si es (Donald) Trump o (Joe) Biden".
El economista estadounidense Robert F. Engle, que recibió el premio Nobel de Economía en 2003 y que esta semana ha sido nombrado doctor honoris causa por la Universidad Pontificia de Comillas, se muestra en una entrevista con EFE optimista sobre la capacidad de la economía de afrontar riesgos como los conflictos armados o el cambio climático.
Aunque cree que el presidente estadounidense repetirá mandato -"no veo por qué nadie que votara por Biden la última vez votaría por Trump esta"-, descarta que "los mercados respondan dramáticamente si Trump gana las elecciones" en noviembre.
Sin embargo, sí espera que la victoria de uno u otro candidato condicione la economía estadounidense a medio plazo, por ejemplo en materia de relaciones comerciales, ya que aunque Biden no ha modificado la política de Trump con respecto a China, sí se ha acercado más a Europa que su predecesor, una tendencia que de invertirse "podría ser mala para la economía estadounidense".
Engle también pone el foco en el cambio climático como uno de los grandes retos económicos, un fenómeno que "va a ir a peor", hasta el punto de que acabará provocando una reacción de la política, los mercados y los consumidores. "La descarbonización va a suceder", resume.
"Cuanto más empeore el clima, más motivará a los votantes", explica, y esto va a hacer que "la descarbonización se convierta en una estrategia popular" para los políticos -ya está presente en la campaña de Biden, recuerda-, lo que facilitará la aprobación de legislación climática.
Los políticos son más reacios a implementar medidas climáticas que la población, argumenta, pero a medida que los votantes presionen "podemos esperar más regulación climática", por ejemplo para instalar postes de recarga de vehículos eléctricos.
En ese sentido, apunta que cuando los precios del petróleo y el gas subieron, los ciudadanos "compraron vehículos eléctricos y condujeron menos", es decir, hicieron "lo que la descarbonización quiere que hagan". "Los consumidores van a querer comprar productos más verdes si son más baratos y mejores", resume.
Esto influirá en los mercados de capitales, que premian la innovación y penalizan el riesgo, lo que impulsará a las empresas verdes en detrimento del negocio de las energías fósiles, que Engle asegura que "será mucho más pequeño que ahora" en cinco o diez años.
Con respecto a otro de los grandes riesgos, la posibilidad de que las guerras en Gaza o Ucrania se conviertan en conflictos regionales, Engle se muestra optimista ya que, en el primer caso, "los países árabes han estado extremadamente callados" y, en el segundo, la falta de noticias podrían indicar que nos estamos "acercando a un acuerdo por el que Rusia se quede con lo que ya tiene".
Antes incluso de las elecciones estadounidenses, los mercados están pendientes de las decisiones de la Reserva Federal (Fed), que ha mantenido los tipos en la franja del 5,25 % al 5,5 % a pesar de la desaceleración de la economía estadounidense.
Engle justifica esta decisión -"la economía estadounidense ha sido sorprendentemente resiliente" a los altos tipos de interés- pero aún así espera "una o dos pequeñas rebajas de tipos este año", a medida que la política monetaria logre controlar los ámbitos donde la inflación es más persistente, como la vivienda.
Con respecto a Europa, ve "probable que el Banco Central Europeo (BCE) baje los tipos antes que la Fed", ya que la economía europea se ha mostrado "más débil" que la americana.