VALÈNCIA (EFE). El magistrado del Supremo Leopoldo Puente ha acordado mantener las medidas cautelares que ya pesaban sobre Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos y, tras su declaración, ha decidido que siga sin poder disponer de su pasaporte y con la obligación de comparecer cada 15 días ante el juzgado, comparecencias que serán en Benidorm.
Al finalizar su comparecencia como investigado, en la que ha negado haber cobrado comisiones del empresario Víctor de Aldama y la mayoría de las acusaciones de este, la Fiscalía y la acusación popular que ejerce el PP han pedido mantener las mismas medidas cautelares que ya acordó contra Koldo García el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.
Como el magistrado del Supremo -competente para investigar a Ábalos por ser diputado- asumió también la investigación contra su exasesor, ha accedido a que este siga teniendo medidas cautelares; en concreto la retirada del pasaporte y la prohibición de salir del país, así como la obligación de comparecer ante el juzgado cada 15 días.
Ahora bien, las comparecencias serán ante un juzgado de Benidorm (Alicante), como había solicitado Koldo García, que ha aducido los gastos que le suponen sus desplazamientos a Madrid, algo a lo que las acusaciones no se han opuesto, explican a EFE fuentes jurídicas.
El juez mantiene las cautelares porque "persisten los indicios de criminalidad" contra él respecto a la posible comisión de delitos como integración en organización criminal, tráfico de influencias y cohecho.
"Indicios que en nada sustancial se modifican con lo hoy declarado por el señor García", dice el magistrado, que ha visto cómo este martes el investigado se ha desmarcado tanto de las acusaciones que vertió en su contra el empresario Aldama como de las sospechas que han plasmado contra él los investigadores en diversos informes a lo largo de estos meses.
El magistrado considera, por tanto, que las cautelares impuestas a García "no es solo que resultan precisas" para evitar que eluda la acción de la Justicia, sino que "también resultan plenamente proporcionadas", ya que "solo de forma ligera e indispensable limitan el ejercicio de su libertad ambulatoria".
Además, le advierte en su auto de que, de no cumplir con las obligaciones impuestas, se podría acordar su ingreso en prisión.
Con el exasesor de Ábalos, cuyo nombre acabó bautizando el caso, acaba la ronda de declaraciones programada por el magistrado Leopoldo Puente, que ahora debe decidir si acuerda alguna diligencia de investigación tras escuchar las versiones aportadas que, en el caso del exministro, podría implicar la reclamación al Congreso de un suplicatorio para imputarle formalmente.