DESDE LA BANCADA / OPINIÓN
Regreso al pasado: Inmersión lingüística
Vicent Marzà, en una reunión del seminario del Consell en Sagunt. Foto: KIKE TABERNER
19/03/2017 -
Señores de Compromís, dejen a la gente vivir en paz y céntrense en cuestiones importantes, céntrense en rescatar a personas y no en cuestiones identitarias que no representan a una mayoría social
No hay mayor ataque a los derechos individuales, que la imposición de una lengua. Algunos abrazan el orden social uniforme, orgánico y espiritualmente unificado. Intentando crear un único modelo de sociedad. Quebrantando todo el derecho de libre elección por parte del individuo.
Los defensores de determinado modelo de inmersión lingüística seguramente no sepan quien fue Juan Genovés. Habría que recordarles , por si les falla la memoria, tanto que velan por la memoria histórica. Que las trincheras ideológicas acabaron y los españoles sellamos ese abrazo con una Constitución. La Constitución ya contempló estos conflictos, y en aras de buscar el consenso y la estabilidad, se llegó al acuerdo de que en aquellos territorios con más de una lengua, se respetarían ambas en aras de preservar la paz y finalizar las disputas. El problema es que después de 38 años algunos sufren de amnesia y quieren imponer su criterio obviando una Constitución que costó mucho esfuerzo y sacrificio
Abrir esta caja de los truenos, sin respetar el acuerdo acordado es muy peligroso. Porque es abrir la caja de pandora. Donde cada uno impondría su propio criterio por la fuerza, obviando las mayorías. Porque algunos preferimos un modelo en libertad... En el que cada uno decida en el idioma que quiere hablar, escribir o estudiar, sin que sea el estado quien lo imponga o regule, sino que sea el propio individuo en su libertad individual quien elija. Eso seguramente no gustaría a los defensores de determinado modelo de inmersión lingüística pues todo indica a que si no fuese por obligación estatal o cierta regulación de reparto de horas de asignaturas, muy poca gente decidiría estudiar en valenciano (sobre todo en los núcleos urbanos).
Pero como he dicho con anterioridad, uno respeta la Constitución y a pesar de querer un modelo más liberal. Uno entiende y es consciente de que debe respetar esta Constitución. Y por tanto en búsqueda de esa estabilidad, uno que es un poco pragmático, se siente cómodo con la idea de que se impartan ambas lenguas, precisamente para que exista respeto y armonía. Pero claro a los amnésicos les va más, el sometimiento por parte de la comunidad política, para crear un modelo de sociedad a su imagen y semejanza. Para instrumentalizar las administraciones a su servicio.
Estos amnésicos como Pablo Iglesias y sus marcas nacionalistas como Compromis aquí (que usa para llegar al poder) suelen definir a la Constitución como papel mojado, régimen o candado. Habría que recordarles a estos tacticistas de hojas de ruta a Itaka, que gracias a esta Constitución, tienen voz, tienen 69 escaños y se llevan sus ricos sueldos a casa. Y para colmo… eso que denominan candado, puede reformarse. Es una Constitución que se redactó con la idea de ser modificada. Pero por mayorías, no por minorías ruidosas.
Así que señores amnésicos traten con más respeto la Constitución y no quieran imponer su modelo por la fuerza, base de decretazos, para volver al guerracivilismo y a temas ya cicatrizados. No abran heridas, no intenten imponer cuestiones identitarias en algo en lo que existe cierta normalidad : no creen polémicas donde hasta ahora no las había; dejen a la gente vivir en paz y céntrense en cuestiones importantes, o como dirían ustedes, céntrense en rescatar a personas y no en cuestiones identitarias que no representan a una mayoría social.
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