ALICANTE, (EP). Colectivos de regantes y agricultores han protestado este sábado en varias localidades alicantinas como Elche, Orihuela o Pilar de la Horadada para expresar su rechazo a los recortes en el trasvase Tajo-Segura, que exigen que "no se toque", y mostrar su preocupación ante la situación de "peligro" en la que se encuentra esta infraestructura "básica". Los convocantes han reivindicado que, sin agua, "no hay futuro" y han alertado de que la zona "se convertirá en el desierto de Europa".
La protesta ha consistido en varias concentraciones y una tractorada, convocada por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) y la Comunidad de Regantes Riegos de Levante Margen Derecha, que ha recorrido varias pedanías de Orihuela y algunos municipios de la comarca de la Vega Baja, como Albatera, Pilar de la Horadada o Los Montesinos. Los participantes han mostrado carteles con lemas como 'Miles de agricultores al paro si recortan el trasvase', 'Sin agua en el levante: desierto y paro' o 'El campo muere'.
La consellera de Agricultura, Mireia Mollà, que ha participado en la protesta en Elche, ha pedido que la sociedad española "reconozca el papel de la agricultura" y ha puesto en valor que, justo una semana antes de declararse el estado de alarma, el sector agroalimentario "estaba en la calle reclamando precios justos y diciendo que el sector primario español está en una situación crítica".
"La pandemia lo frenó todo y ahora volvemos a la misma situación. La agricultura ha sido esencial para el mantenimiento de las familias y el 80% de lo que producimos da de comer a Europa", ha defendido, y ha apuntado que es un sector "estratégico", por lo que el Gobierno central "lo tiene que escuchar".
Por su parte, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha hecho un llamamiento para "defender el futuro de la agricultura de la Vega Baja" porque "no solo supone el sustento de nuestra gente, su presente y su futuro, sino defender la comida de todos".
"La Vega Baja y la provincia no se van a rendir. Esto no solo afecta a un sector concreto, nos atañe a todos y está en juego nuestro futuro", ha manifestado, al tiempo que ha instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a que "demuestre si defiende el medio ambiente o sigue atacándolo como lo está haciendo".
El alcalde de Elche, Carlos González, ha asegurado que el consistorio continuará "al lado de los agricultores" y "defendiendo ante el Gobierno la necesidad de que esos 300 hectómetros cúbicos de agua sean trasvasados todos los años porque son esenciales para nuestros cultivos y para el desarrollo socio económico del municipio".
En este sentido, ha afirmado que con el Gobierno de Mariano Rajoy "también hubo problemas de agua" en España y ha destacado que el trasvase "ha sido un conflicto entre Castilla La Mancha, la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería desde que en 2006 la comunidad manchega promovió la reforma del estatuto de autonomía con la que pretendió excluir la posibilidad de trasvasar aguas del Tajo al Segura".
González ha manifestado que la posición del Ayuntamiento es "defender a ultranza lo que el trasvase representa para el Camp d'Elx y para la agricultura del sur de la provincia de Alicante, Murcia y Almería". Así, ha anunciado que el próximo día 20 de mayo el Ayuntamiento convocará en la ciudad un encuentro de alcaldes del Vinalopó y del Alacantí en defensa de este trasvase, en el que se analizarán las medidas y decisiones que se pueden adoptar para respaldar a los regantes.
El primer edil de Pilar de la Horadada, José María Pérez, que ha encabezado la manifestación subido en su tractor, ha resaltado que está "en juego" la agricultura de cercanía y ha alertado que sin agua, esta zona "se convertirá en el desierto de Europa". "Si hubiera tantas depuradoras en Madrid como las hay en el levante para depurar el agua, sobraría, y no haría falta aumentar los caudales ecológicos", ha manifestado.
Por su parte, el presidente de la Comunidad de Regantes Margen Derecha de la localidad, Salvador Sánchez, ha leído un manifiesto en el que ha exigido al Gobierno de España que "no se juegue políticamente con el futuro de las regiones" y ha garantizado: "Haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitar su preocupante hoja de ruta".