Con la cantidad tan ingente de acontecimientos relevantes que se están produciendo a nivel mundial y nacional corremos el riesgo de olvidar y archivar hechos muy recientes que nos están perjudicando sobremanera y que lastran el crecimiento socioeconómico de la provincia de Alicante. Me refiero al reiterado maltrato recibido en los últimos años por parte del Gobierno de la Nación en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) respecto a la inversión en infraestructuras en la provincia de Alicante.
Recuerdo que siendo presidente de la Federación de Obra Pública de Alicante (Fopa), que en el 2019 se orquestó una campaña de divulgación a la sociedad civil y a las administraciones de un documento que se determinó en llamar Las Infraestructuras Estratégicas de la Provincia. Constaba de 8 Infraestructuras a cargo del Estado y una a cargo de la Generalitat Valenciana. Este documento fue promovido e impulsado por la CEV y por la Cámara de Comercio, tanto en la época de la presidencia de Juan Bautista Riera como en la de Carlos Baño, a cuyo apoyo también se sumó Uepal y por supuesto Fopa.
Bueno, han pasado cuatros y las ocho infraestructuras a cargo del Estado que recogía ese documento siguen sin ejecutarse y sin fecha ni compromiso de ejecución. Las voy a recordar de forma muy resumida:
Dado el reiterado castigo recibido del Gobierno estatal, es fácil entender que hasta la fecha no se haya acometido ninguna de estas actuaciones, ya que la bajísima inversión consignada en los Presupuestos Generales del Estado para la provincia de Alicante en los últimos años nos ha situado con los PGE del 2022 y 2023 en la última posición por inversión de las 52 provincias de España, a razón de 86 € por habitante, inferior a la tercera parte que nos corresponde por población (1,86 millones de habitantes), y muy por debajo de la media nacional de 283 € por habitante, pero además ese déficit inversor en la provincia se ha venido produciendo también en ejercicios anteriores en los que igualmente siempre hemos ocupado posiciones de cola.
Alguien podría pensar que esta baja inversión de actual Gobierno de la nación en nuestra Provincia se podría deber a que utilicen el argumento de que “no necesitamos nuevas infraestructuras porque ya las tenemos todas “, lo cual es un error y tan falso como pensar que “Cataluña fuera una comunidad muy deficitaria en infraestructuras, y eso justificaría que el Gobierno invierta de forma desmedida en su territorio, muy por encima de la inversión realizada en el resto de Comunidades de España". En fin, un despropósito y una injusticia histórica .
Pero no todo está perdido, con el próximo escenario de elecciones generales, quizás convenga recordar el maltrato reiterado en inversión recibido del actual Gobierno y que los alicantinos actuemos en consecuencia para recuperar la posición de provincia que nos corresponde, aplicando el dicho y los hechos de "más vale bueno por conocer, que malo conocido".
Javier Verdú Aracil es Ingeniero de Caminos