ALICANTE. La visita de Mariano Rajoy tuvo este sábado muchas anécdotas. La primera y más sonrojante fue cuando Rajoy olvidó el nombre de Luis Barcala durante su intervención. Y dijo "el alcalde de Alicante, que así se llama..." en referencia a Barcala y ante la risas de todos los presentes. Posteriormente, ya le llamó Luis.
Con anterioridad al acto de partido, que se celebró en el ADDA, Rajoy había visitado el Ayuntamiento de Alicante. Allí le esperaban los miembros de la corporación municipal, incluso Nerea Belmonte, ex concejala de Podemos y cuyo voto en blanco fue decisivo para que Luis Barcala fuera alcalde. Belmonte sí estuvo en el protocolo con el resto de ediles de los otros partidos en el acto de firma de Rajoy en el libro de honor del Ayuntamiento, pese a lo publicado inicialmente por este diario, aunque quedó orillada en un extremo del patio interior del edificio del Ayuntamiento en el que se produjo el acto, como se puede apreciar en la fotografía publicada por este diario.
En ese momento, a Rajoy le esperaban unos 150 manifestantes, entre sindicalista y pensionistas, entre fuertes medidas de seguridad. Al bajar de su coche oficial, la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez de Castro, hizo un comentario a otra personas que fue captado por un vídeo, que más tarde se viralizó en las redes sociales. En ese vídeo se escucha a Martínez de Castro dirigirse a otra persona y hacer estar afirmación sobre los manifestantes: "¡Qué ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles: 'Pues os jodéis'"
Y ya después, en ese mismo paseíllo de Rajoy con los miembros de la Corporación, el líder local de Compromís, Natxo Bellido, aprovechó el momento para hacerle entrega, personalmente, de una carta reivindicativa en la que se solicitaban dos cosas: por una parte, la retirada del Plan de Ajuste que impone el Ministerio de Hacienda, y una petición para que los Presupuestos Generales del Estado para 2018 aumenten las Inversiones en Alicante y su entorno, y que el Gobierno cumpla con su compromiso de dotar con 200 millones de euros el Pacto Estatal contra la Violencia de Género.