ALICANTE. La irrupción de la pandemia del coronavirus y sus consecuencias socioeconómicas, con el cierre de miles de empresas y el confinamiento de los ciudadanos tras decretar el Gobierno el estado de alarma para frenar la expansión del virus, ha hecho saltar por los aires la tendencia que venía manteniendo el paro en la provincia de Alicante, como en el resto de España y tantos otros países. El dato de marzo deja un panorama desolador: 164.900 parados registrados en la provincia, 14.500 más que al finalizar febrero. O lo que es lo mismo, un incremento del 9,65%.
El incremento del número de parados, que no tiene en cuenta los más de 92.000 trabajadores incluidos en alguno de los ERTE que han llegado a la Conselleria de Economía desde empresas alicantinas (se han recibido 19.461 expedientes hasta el 1 de abril), se produce de forma generalizada en todos los sectores, aunque el más afectado en términos porcentuales es el de la construcción, cuya paralización decretó el Gobierno el 29 de marzo. Así, al finalizar el mes las oficinas de Labora en la provincia registraban 15.100 parados en el sector, 2.600 más que un mes antes. El incremento es el más acusado, superior al 20%.
El segundo sector más afectado por las medidas de confinamiento y suspensión de la actividad económica ha sido la industria, al permanecer abiertas desde el pasado fin de semana solo aquellas consideradas esenciales (aunque muchas ya habían reducido su actividad o incluso cerrado antes). Así, marzo finaliza con casi 3.000 parados más que febrero: 24.500 desempleados en la industria, un incremento del 13,9%.
El sector con más parados y con un mayor incremento en términos absolutos, aunque el relativo sea precisamente por ello menos acusado, es lógicamente el de servicios (la actividad hostelera y turística fue la primera que cerró). 110.450 parados, 8.755 más que en febrero (+8,6%). Precisamente, marzo es un mes donde históricamente se crea empleo en este sector por la Semana Santa y la cercanía de la temporada estival. La pandemia se ha cebado así especialmente con el sector que más gente emplea en una provincia volcada en el turismo.
El único sector que mejora sus cifras pese a la pandemia es, significativamente, el de la agricultura. Aunque de forma casi inapreciable, el número de parados en este sector se ha reducido en un 0,3% (5.640 parados al finalizar el mes). El sector primario es así el único que escapa a la tendencia, dado que sus empresas son claves para mantener el abastecimiento de alimentos.
Diferenciando por sexos, la pandemia parece haber afectado más a hombres que a mujeres en la provincia. De los 14.500 nuevos parados, algo más de 8.000 son hombres y casi 6.500 mujeres. En total, el número de parados varones en la provincia se queda en algo más de 69.000, mientras que el de mujeres asciende a 95.450. Y por edades, el paro sube sobre todo en la franja de 25 a 44 años: casi un 15%. Mientras, el paro juvenil aumenta un 11%, y el de los mayores de 45 es el que menos crece, con un 6%.
Por comarcas, donde más crece el paro (en términos porcentuales) es en la Marina Baja, impulsado por el cierre de establecimientos turísticos en Benidorm. Así, marzo cierra con 16.000 parados en esta comarca, un 17,5% más. El segundo mayor incremento se produce en l'Alcoià (incluyendo la Foia de Castalla), por el cierre de industrias no esenciales: 1.000 parados más hasta superar los 9.600, un 12% más. Y en tercer lugar se sitúa el Alto Vinalopó, con 500 parados más (11,6% de incremento).
El Medio Vinalopó, también una zona con mucha industria de sectores tradicionales, ve cómo el paro sube más de un 10%, con 1.600 nuevos parados que elevan la cifra total a 18.000 personas. El Baix Vinalopó, con la industria de Elche como referencia, suma 2.700 parados y alcanza los 32.000, un 9,5% más. En l'Alacantí, con el tejido económico más diversificado pero volcado en los servicios, el incremento del paro es de 3.275 personas, un 8,3% más hasta 42.500 parados.
Donde menos ha subido el paro en términos relativos por la pandemia del coronavirus es en El Comtat (157 parados más, un 7,9%), la Vega Baja, con una fuerte presencia de empleo agrícola (1.960 parados nuevos, un 7,6% más), y la Marina Alta (un 7,1% de incremento con 780 nuevos parados).