Decenas de peregrinos, a su llegada al Monasterio de Santa Faz. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. La situación de emergencia sanitaria provocada por la propagación de contagios por coronavirus se ha cobrado ya la cancelación de todo el programa de actos de la Semana Santa. Y también, el aplazamiento de la celebración de la romería de Santa Faz, que debía desarrollarse el próximo jueves, 23 de abril. La decisión se comunicó este martes, tras el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de Alicante y el Cabildo de la Concatedral de San Nicolás, con el propósito de evitar todo riesgo de contagio en un evento que suele congregar año tras año a más de 200.000 personas, en el hipotético caso de que para entonces se hubiese levantado la declaración del Estado de Alarma que impone el confinamiento general.
La medida se justificó, en consecuencia, como gesto de responsabilidad, en un contexto en el que persiste el incremento de casos positivos. No obstante, todavía quedan dos incógnitas por resolver respecto a ese aplazamiento. La primera, cuál va a ser la nueva fecha escogida para que tenga lugar La Peregrina. Y la segunda, si se mantiene la jornada del 23 de abril como jornada festiva de ámbito local.
Lo cierto es que no se trata de una cuestión banal, ya que de ello depende, por ejemplo, la prestación de servicios y el desarrollo de actividades que no están afectados directamente por las restricciones de movilidad. Entre ellos, la apertura de supermercados. E igualmente, en el caso de que para entonces se hubiese levantado el Estado de Alarma, también afectaría al cómputo de los días que se consideran hábiles en los plazos administrativos y judiciales (ahora suspendidos).
En principio, el equipo de Gobierno compuesto por PP y Cs no ha adoptado todavía ninguna decisión al respecto. Hasta el momento, el 23 de abril continúa siendo oficialmente festivo local, puesto que no se ha adoptado ninguna resolución que dé por cancelado el acuerdo que se aprobó en el pleno de octubre para determinar los festivos locales. Como mínimo, no se ha dado a conocer que se haya firmado ningún decreto al respecto, como sí ha sucedido, por ejemplo, con el aplazamiento de la celebración de las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy.
Podría barajarse el traslado de esa jornada no laborable en función de cómo evolucione la pandemia del coronavirus
Entonces, también se estableció que el 22 de junio tendría la misma consideración: fiesta local, asociada a la celebración de las fiestas de Fogueres. Hasta ahora, tampoco se ha promovido una resolución para trasladar ese festivo reservado para la romería a ninguna otra fecha.
Por lo pronto, el bipartito se habría dado un margen de tiempo (menos de un mes, que es es el tiempo que falta para que llegue ese jornada) para evaluar posibilidades, en función de cómo evolucione la pandemia del coronavirus. De hecho, se podría estar barajando trasladarlo a una alternativa en función de cuál sea esa progresión y de si la crisis sanitaria también afecta al segundo festivo local: el citado 22 de junio.
