El linfedema es una hinchazón que se produce debido a la acumulación de líquido linfático en brazos, piernas u otras partes del cuerpo.
Muy asociado al cáncer de mama, su presencia en pacientes que se han sometido a una cirugía o un tratamiento contra esta enfermedad se sitúa por encima del 20 %.
El sistema linfático es un sistema complejo formado por diferentes órganos (médula ósea, amígdalas, timo o bazo) y una red de vasos linfáticos.
Tiene un importante papel a nivel inmunitario y sus funciones principales son recoger la linfa que se forma en los tejidos y transportarla al torrente circulatorio y ejercer como filtro biológico.
La linfa es un líquido de color ligeramente amarillento formado por agua (90 %) y por diferentes proteínas que, desde el torrente sanguíneo, han pasado a los tejidos.
Este líquido tiene restos de células muertas, bacterias, células malignas (en el caso de un cáncer) y células presentes en la sangre, como los linfocitos.
La linfa se depura y es filtrada por los nódulos linfáticos (también denominados ganglios linfáticos) antes de retornar a la circulación general.
Sin embargo, si este sistema de drenaje está tapado y el líquido no puede salir, se acumula, formando lo que se conoce como linfedema.
El Dr. Israel Puell, especialista en Rehabilitación del hospital Quirónsalud Torrevieja, explica que el linfedema se manifiesta como una "acumulación de líquido que produce un notable aumento de la circunferencia del miembro afectado".
Otros de sus síntomas son "pesadez, dolor, disminución del rango de movilidad, infección y cicatrización deficiente de una herida".
Las causas más comunes del linfedema son la presencia de tumores (las células cancerosas pueden bloquear los vasos linfáticos), los tratamientos de radiación contra el cáncer, la cirugía contra el cáncer (en algunos casos, se extirpan los ganglios linfáticos para determinar si la enfermedad se ha diseminado) o la presencia de algunos parásitos tropicales.
También existe un porcentaje mínimo de casos en los que el linfedema se asocia a afecciones hereditarias por las cuales el sistema linfático no se desarrolla o no funciona adecuadamente.
Alrededor de un 21 % de las pacientes sometidas a una intervención de cáncer de mama o a una mastectomía pueden tener linfedema.
Según la Asociación Española Contra el Cáncer, la incidencia del linfedema en casos de cáncer de mama tratado con cirugía en la axila para extirpar los ganglios es de un 10 %, una cifra que puede incrementarse hasta el 20-25 % si la paciente también ha recibido radioterapia en la axila.
Otros factores que aumentan el riesgo de linfedema tras el cáncer de mama son:
Infección postoperatoria.
Obesidad.
Falta de movilidad.
Vida sedentaria.
Exceso de movimiento o movimientos mal realizados (ejercicios isométricos mal realizados, potenciar el brazo con peso excesivo y sin pautas correctas, etc.)
Uso de prendas de vestir o joyas que compriman.
El Dr. Carlos Puell explica que el linfedema afecta a la calidad de la vida de las pacientes, ya que "puede tener consecuencias graves en aspectos funcionales y psicosociales de su vida".
Esta afección también puede asociarse con “complicaciones dermatológicas (micosis, dermatitis aguda, erisipela, fibrosis/esclerosis) y con algunas patologías del hombro (capsulitis adhesiva, lesión de partes blandas, etc.)”.
El aumento de volumen y otras alteraciones del brazo del mismo lado de la intervención del cáncer de mama pueden ponernos alerta de la presencia de linfedema.
Será el oncólogo quien haga exploración clínica exhaustiva y solicite las pruebas oportunas, entre ellas un linfangiograma (que se realiza mediante la inyección de un medio de contraste en los vasos linfáticos y radiografías del área) o linfoscintigrafía.
En función del momento de su aparición, el linfedema puede ser precoz (en muchas ocasiones, se trata de un edema postquirúrgico) o tardío (la hinchazón aparece tiempo después de la intervención, generalmente por una sobrecarga, una infección, etc.).
Una vez establecido el diagnóstico, se procederá a su tratamiento farmacológico, quirúrgico y/o con terapia física compleja.
"El tratamiento es sintomático", añade el Dr. Israel Puell, del servicio de rehabilitación de Quirónsalud Torrevieja.
"Se recomienda tratar el linfedema cuando existe sintomatología y una diferencia de más de 2 cm. de volumen de la extremidad comparado con el valor de referencia. Los objetivos del tratamiento son disminuir el volumen, reducir los síntomas y evitar su progresión y sus posibles complicaciones".
El tratamiento del linfedema en pacientes tras un cáncer de mama en Quirónsalud Torrevieja incluye varias acciones en el ámbito de la rehabilitación.
"Se realiza una Terapia Física Compleja (CPT) durante 2-4 semanas. Esta terapia consiste en aplicar un drenaje Linfático Manual o DLM (una técnica de masaje que se aplica a la piel y que sigue la localización de los vasos linfáticos) y en colocar un vendaje multicapa (con vendas de baja elasticidad que permiten una presión de reposo baja y alta en movimiento). Este vendaje se usa de forma continua entre una sesión de DLM y la siguiente".
Una vez estabilizada la hinchazón, se pasa a la fase de “mantenimiento”, donde se utilizan prendas de contención elástica a medida (mangas).
"Las mangas se colocan una vez estabilizado el edema y finalizada la fase de reducción, y su función es mantener el volumen conseguido", añade el jefe de Rehabilitación del hospital Quirónsalud Torrevieja.
La rehabilitación del linfedema también incluye practicar "ejercicios de manera regular y llevar un correcto cuidado de higiene de la piel".
En algunos casos, los expertos pueden recomendar el tratamiento psicológico.
El Dr. Israel Puell establece algunas pautas efectivas para reducir el riesgo de aparición de linfedema tras la cirugía del cáncer de mama, entre ellas:
Medidas posturales en el postoperatorio inmediato: se aconseja una posición en declive de 45 grados mientras se está encamado, además de mantener el miembro elevado con ayuda de cojines.
Medidas de higiene personal y cuidados: se aconseja lavar con cuidado la zona y evitar humedad, compresión y lesiones. También hay que tener en cuenta que la paciente es más propensa a sufrir infecciones en ese miembro.
Cinesiterapia: o lo que es lo mismo, realizar ejercicios respiratorios y de movilidad que favorecen el drenaje linfático en la zona.
Solicita más información en el servicio de rehabilitación de Quirónsalud Torrevieja