Foto: EP/Rober SolsonaVALÈNCIA. El PSPV-PSOE vive en un océano de dudas. Este lunes estaba prevista una reunión de la ejecutiva del partido para que el líder y expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, pusiera sobre la mesa su propuesta para portavoz en Les Corts y al menos uno de los adjuntos después de que Rebeca Torró y Arcadi España, que ostentaban esos cargos, fueran designados secretarios de Estado en el gobierno de Pedro Sánchez.
Sin embargo, esta ejecutiva se suspendió a primera hora para posponerla a la próxima semana, lo que disparó los rumores sobre lo que puede ocurrir en los siguientes días respecto al propio liderazgo de Puig y el futuro a corto plazo en el PSPV.
Las versiones, básicamente, son dos. La primera se dirige a que Puig aplazó la ejecutiva de este lunes por motivos de agenda y que, además, prefiere pronunciarse previamente en el Comité Nacional programado este sábado para dar cuenta de la situación de los socialistas valencianos. Una cita que aprovechará para insuflar ánimo a sus dirigentes en el máximo órgano entre congresos del PSPV en la que será la primera reunión desde la derrota electoral en los comicios autonómicos del pasado 28 de mayo.
Sin embargo, en la formación socialista circula otra versión mucho más jugosa que atañe al futuro del partido. Sobre esto, distintos dirigentes especulan con que Puig acaricia dar un paso de mayor intensidad que afecta a la transición del PSPV-PSOE. Aquí, los grados difieren, pero pueden dividirse en dos: el líder del PSPV quiere anunciar que deja su escaño en Les Corts o, y este es el más relevante, Puig pretende anunciar su marcha como embajador de España en París de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un puesto que le habría ofrecido Sánchez en el encuentro celebrado entre ambos días atrás.
En cuanto al primero de los escenarios, no cambiaría en exceso el escenario dibujado de un congreso a celebrar el próximo otoño de 2024 en el que Puig se limitaría a ser un líder que pilota la cita y supervisa los acuerdos. En cuanto a la segunda de las posibilidades, sí tendría consecuencias orgánicas relevantes puesto que, probablemente, obligaría a su cese como secretario general y a la celebración de un congreso extraordinario del PSPV, lo que aceleraría la batalla interna en el partido del puño y la rosa.
En este punto, cabe recordar que, hasta ahora, tres son los dirigentes que han sonado con mayor fuerza como posible relevo. La ministra de Ciencia, Diana Morant, que gozaría del apoyo de Ferraz; el secretario provincial de Alicante, Alejandro Soler; y su homólogo de Valencia, Carlos Fernández Bielsa.
A día de hoy, todo apunta a que Morant es la favorita, aunque quizá ejerciendo un papel de líder en la distancia y manteniendo su cargo de ministra. Soler, por su parte, hablaba este mismo lunes de la posibilidad de una bicefalia, aunque distintas fuentes del PSPV creen que no sería reacio a un acuerdo para que Morant liderara mientras se tuviera en consideración su peso dentro del partido, especialmente en la provincia de Alicante. Respecto a Bielsa, sería el tercero en discordia en este acuerdo aunque probablemente también accedería si obtuviera un papel relevante.
Unas especulaciones que, no obstante, pasan por que Puig decida abandonar el PSPV para viajar como embajador a París, algo que dudan varios de sus más cercanos colaboradores a día de hoy. Mientras tanto, deberán esperar también los nombramientos para la sucesión en Les Corts, donde falta por decidir quién será el nuevo portavoz del PSPV y también uno de los síndics adjuntos, puestos para los que han sonado con fuerza José Muñoz y Rosa Peris, respectivamente.
