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primer encuentro institucional ayuntamiento-consell en la nueva etapa

Puig y Barcala inician el deshielo con un centro de salud y comisiones bilaterales

3/07/2018 - 

ALICANTE. Se vieron, conversaron durante más de una hora sobre proyectos concretos, ofrecieron una comparecencia pública conjunta ante los medios sobre los asuntos tratados y, después, promovieron comunicados informativos por separado con las conclusiones que, a juicio de cada uno de ellos, se habían alcanzado. Algunas de ellas dispares, por contenido o por alcance. Así transcurrió el primer encuentro institucional celebrado entre el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, y el alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, dos meses y medio después de que el PSPV perdiese el gobierno de la segunda ciudad de la Comunitat y de que Barcala relevase a Echávarri como primera autoridad municipal, al ser el candidato más votado en las elecciones de 2015.

El encuentro transcurrió de manera cordial, después de tres coincidencias previas entre ambos mandatarios que quizá no lo fueron tanto. El cambio de signo político registrado en la Alcaldía era demasiado reciente y todavía se percibía la tensión de las declaraciones políticas sobre las formas en las que se había producido: con el voto en blanco de la edil no adscrita, Nerea Belmonte; el voto nulo del segundo concejal no adscrito, Fernando Sepulcre, y la negativa de Ciudadanos de respaldar a otro candidato del PSOE. 

Según las fuentes consultadas, en el encuentro de este lunes no se habló sobre la controversia. Barcala acudió con una larga lista de cuestiones pendientes sobre las que la Generalitat tenía mucho que decir: 27 asuntos comprometidos y no ejecutados tanto a lo largo de este mandato, bajo la responsabilidad del Consell del Botànic, como en los anteriores, con el PP en el poder. Entre ellos, como ya ha informado Alicante Plaza, el desarrollo de infraestructuras como el tranvía, el corredor mediterráneo, la finalización de la Vía Parque, las obras de reparación del Castillo de Santa Bárbara y otras más recientes como la entrada del Consell en la comunidad de bienes del Teatro Principal. 


El jefe del Consell, por su parte, se mostró receptivo respecto a todas ellas. En principio, se acordó que se conformarían comisiones bilaterales con cada una de las consellerias implicadas para tratar de darles salida y negociar la forma adecuada para ello. Al margen de ello, Puig trasladó a Barcala cuál era en este momento su progresión. Así, le precisó que el túnel del tranvía en Serra Grossa estará listo en octubre, por ejemplo. También le confirmó que compartía sus mismas reivindicaciones respecto a la ejecución del corredor mediterráneo o a la consecución de las desgravaciones fiscales sobre el evento de la etapa de salida de la Volvo Ocean Race (VOR) desde Alicante. El presidente incluso señaló que propondría al Ayuntamiento una inversión conjunta para llevar a cabo la recuperación arquitectónica del Castillo de San Fernando, a través de un proyecto que podría obtener financiación europea (fondos Feder).

Sin embargo, quizá el anuncio más concreto fue el del acuerdo para la construcción de un nuevo centro de salud en el entorno en el PAU 2, después de que los informes técnicos encargados por la Conselleria de Sanidad hayan confirmado "el futuro crecimiento que va a tener la zona", según detalló el comunicado remitido por la Generalitat. Según esa nota pública, Puig había solicitado a Barcala la cesión de terrenos necesaria para su construcción con el propósito de que pudiese iniciarse la "contratación de la redacción del proyecto" a finales de año. Ahora bien, el comunicado difundido por el Ayuntamiento informaba de su futura construcción desde otro punto de vista: la ejecución del centro de salud del PAU 2 había sido un compromiso de Puig logrado por Barcala.        

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