Puig critica el "portazo" a la Comunitat que tendría que recibir 334 millones más para estar en la media

VALÈNCIA. (EFE). El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha denunciado este miércoles la "discriminación activa y permanente" que a su juicio ejerce el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy hacia la Comunitat Valenciana y que se hace patente en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para este ejercicio.

Este "maltrato" se produce, en su opinión, "pese a que los valencianos van con la cara por delante y estamos por el diálogo y el acuerdo, no por la ruptura", y ha agregado que no conoce ni considera "otra vía".

En una comparecencia en el Palau de la Generalitat junto al conseller de Hacienda, Vicent Soler, la secretaria autonómica de este área, Clara Ferrando, y el director general de Obras Públicas, Carlos Domingo, Puig ha insistido en que los presupuestos sitúan a la Comunitat en el "furgón de cola" nacional respecto a la inversión por habitante.

"Si estuviésemos en la media, la Comunitat tendría 334 millones de euros más y 1.500 millones si recibiera como el que más", según ha indicado el president, que ha estimado en 3.900 los empleos que se dejarán de crear este año en la región debido a la inversión asignada.

El Gobierno valenciano cree que los Presupuestos Generales del Estado para 2018 mantienen a la Comunitat en el "furgón de cola" en materia de inversiones, la alejan de la convergencia con el resto de regiones y no ayudan a al crecimiento económico que se hace evidente en el territorio. "Somos una autonomía que arrastra una grave infrafinanciación. Estamos maltratados. En 2018 un valenciano recibe 150 euros cuando debería recibir 217 euros para estar en la media", ha afirmado Ximo Puig. 

Las mismas fuentes han apuntado que "los 740 millones de euros de inversión directa territorializada suponen el 7,31 % del total previsto, pese a que la Comunitat representa casi el 11 % de la población española".

Las grandes cifras de los PGE para este año causaron la decepción habitual en la Comunitat, que no sale del furgón de cola de las regiones peor tratadas en términos de inversión por habitante a pesar de que aumentan los recursos.

Respecto a 2017, año en el que la inversión territorializada se desplomó a 589 millones, un 33% menos, la partida mejora hasta los 740,36 millones, un 25,6% más.