ALICANTE. La Sociedad Proyectos Temáticos (SPTCV) da una segunda vida a la sala de fiestas Marmarela, en el dique de Levante del Puerto de Alicante. La empresa pública dependiente de la Generalitat ha cerrado un contrato con sus propietarios por el que el conocido establecimiento formará parte del engranaje de la próxima etapa de salida de la Volvo Ocean Race.
Según pudo confirmar Alicante Plaza, Marmarela se encargará de promocionar y dar difusión al evento hasta el inicio de la competición, el próximo 22 de octubre, y quedará integrada en el Race Village como hospitality: un emplazamiento estratégico para recibir a patrocinadores, para acoger el desarrollo de presentaciones de productos o para ofrecer un servicio de hostelería y ocio tanto durante la regata como en los meses previos.
Fuentes conocedoras del acuerdo precisaron que Proyectos Temáticos, por su parte, se ha encargado de solicitar y tramitar ante la Autoridad Portuaria una autorización provisional para que la sala pueda ejercer su actividad en el muelle 14 desde el próximo 10 de junio hasta finales de octubre para dar servicio a la organización de la llamada vuelta al mundo a vela (es más, la pagina web de Marmarela ya anuncia la fecha de su reapertura). Con esa autorización, la empresa pública se garantiza unas instalaciones preexistentes en pleno epicentro de la competición a través de un contrato de arrendamiento en especie (por el que, en realidad, sólo asume la responsabilidad de ser el titular de la autorización), con el consiguiente ahorro de costes.
La sala cerró sus puertas en abril, cuando se extinguió la autorización que tenía concedida por el uso del espacio portuario
Marmarela tuvo que cerrar sus puertas en la última semana de abril, cuando expiró la vigencia de la última autorización de uso del espacio portuario por un año de duración que tenía concedida. En principio, la Autoridad Portuaria no preveía renovar esa autorización, como tampoco prevé hacerlo con el resto de actividades ligadas al ocio nocturno o a las actividades con música instaladas en el recinto del Puerto, de acuerdo con la hoja de ruta anunciada por su presidente, Juan Antonio Gisbert, desde el mismo momento de su toma de posesión. Su objetivo, según desveló entonces, era redefinir las concesiones en busca de otro modelo de Puerto enfocado al ocio familiar.
Lo cierto es que la actividad de Marmarela generó controversia desde su apertura, en 2014, hasta el punto de que su permiso municipal llegó a estar en tela de juicio y de que se le abrieron varios expedientes por las características técnicas del recinto. Todas esas salvedades se han ido subsanando o, como mínimo, estaban en proceso de subsanación, ya que ha seguido estando abierta al público hasta el pasado mes de abril.