ALICANTE/MURCIA. Educar no sólo implica facilitar el aprendizaje de materias académicas. Para los profesionales que dirigen y trabajan en los colegios internacionales ELIS, con centros en San Miguel de Salinas (Alicante) y Murcia, es de vital importancia inculcar a los estudiantes valores como la solidaridad, la ciudadanía global, la tolerancia, la conciencia social y ecológica y el respeto a los demás. Algo que ha cobrado más importancia si cabe en el último año, durante el que la pandemia ha empujado a una situación de necesidad a decenas de miles de personas.
El Limonar International School Murcia dispone en su organigrama de profesores que, además, se postulan voluntarios como “responsables de solidaridad” del colegio, puesto de responsabilidad que recae en Diane Walsh o Dolores Abellán, quienes se encargan de organizar periódicamente acciones con el objetivo específico de concienciar a los alumnos y recaudar fondos con los que apoyar proyectos locales, nacionales e internacionales. Entre las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) beneficiarias de las recaudaciones figuran entidades tan reconocidas como la Fundación Vicente Ferrer (FVF).
Las inundaciones que se registraron en septiembre de 2019 fue uno de los muchos momentos en los que la solidaridad de ELIS Murcia fue puesta a prueba. De estar más centrados en el desarrollo de un proyecto internacional de la Fundación Vicente Ferrer en la India, pasó a atender también las inquietudes de la comunidad escolar de apoyar otros proyectos de índole local y regional.
Ejemplo de ello fue la iniciativa ‘Zumba Master Class’, en la que se recaudaron cerca de 1.000 euros que, por decisión del alumnado, se destinaron a la fundación "Jesús Abandonado” de Murcia y al desarrollo del proyecto de lucha contra la pandemia en Anantapur, lanzado por la FVF. El Consejo de Estudiantes también decidió destinar a esos proyectos lo recaudado durante el segundo trimestre del curso, concretamente en un desfile de sombreros de Pascua o el ‘Mufti Day’, día en el que los alumnos, a cambio de una pequeña contribución, pueden asistir a clase sin el uniforme escolar, lo que significó trasvasar a esas entidades cerca de 1.000 euros adicionales.
Iniciativas así se suman a la recogida de tapones para el reciclaje de plásticos mediante la fundación solidaria de SEUR o, por otro lado, a la donación de decenas de equipos informáticos a colegios más necesitados. Aspecto que ha cobrado especial relevancia este último año, permitiendo la conectividad a alumnos sin acceso a la tecnología.
Conciencia social desde la infancia
Según señalan los docentes, con iniciativas así el alumnado adquiere más conciencia social y ecológica, al mismo tiempo que se fomenta una proactividad motivada por la inquietud por ayudar de cualquier manera tanto a los demás como a nuestro propio planeta. Nuevo ejemplo de ello son los diferentes alumnos que se dedican durante las vacaciones al voluntariado en el Banco de Alimentos o realizando labores de apoyo escolar de dos horas semanales en la Cruz Roja. Así mismo, todos están colaborando en traer regalos de casa que poder sortear en una rifa solidaria el próximo mes de junio.
La ecología y la sostenibilidad van intrínsecamente ligadas a esta conciencia global. Los alumnos de bachillerato Isabel Marcos y Yoel Dios han desarrollado el proyecto “Our moment, our change”, que pretende incentivar a la comunidad escolar a tomar pequeños retos en su vida diaria para generar un gran cambio, “porque cada acción cuenta y contribuye hacia el medio ambiente y una mejor sociedad donde predomine la igualdad entre todos”, señalan.
‘Don Quijote del planeta verde’ es una iniciativa impulsada por las alumnas Paula García Martínez y Teresa Revuelta Pardo, que pretende acercar el mundo de la literatura a la sociedad haciendo la cultura más accesible mientras fomenta la sostenibilidad. Se trata de un sistema de donación de libros de diferentes centros educativos que se distribuyen en entidades como Juventudes de Cruz Roja, el Hospital Reina Sofía y Cáritas.
Por su parte su colegio hermano ELIS Villamartín, ubicado en la localidad alicantina de San Miguel de Salinas, reaccionó rápidamente al inicio de la pandemia con la donación de EPI’s, mascarillas y batas. El centro cuenta con varios profesores y directivos que contribuyen a organizar y coordinar eventos solidarios, como la directora de infantil y primaria, Soledad Pina o los profesores y coordinadores Ciara Ryan, Jed Beardsall y Karen Blagbrough. Entre las iniciativas más destacables se encuentra el Christmas Jumper Day, a favor de Save the Children, y en el que se invita a los alumnos a acudir a clase con un jersey típico navideño para celebrar actividades y realizar sus aportaciones. “La última campaña iba enfocada a ayudar a la República Democrática del Congo, donde los factores de riesgo como la malnutrición, la falta de acceso a vacunas y medicinas, la contaminación del aire y la concentración de refugiados y desplazados aumentan, mientras que los sistemas de salud se desmoronan”, afirma Sole Pina.
Pero de nuevo, se cuida el transmitir a los alumnos que no hay que mirar solo al tercer mundo para encontrar situaciones de necesidad. Por ello, entre otras iniciativas, se colabora con parroquias cercanas o un banco de alimentos local que atienden a la propia población de la provincia.