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decisión sin efecto jurídico que el primer edil asegura que asumirá

PP y C's 'fuerzan' a Echávarri a restituir a la cuñada de Barcala con un acuerdo de pleno

26/04/2017 - 

ALICANTE. El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, dará marcha atrás y anulará el despido de la cuñada del portavoz del PP, Luis Barcala. Lo hará de manera voluntaria por respeto a una decisión democrática adoptada en el pleno de este miércoles con la unión de los votos de PP y de Ciudadanos, ya que el secretario municipal había advertido de que la declaración institucional registrada por los populares no tenía ninguna eficacia jurídica (la competencia sobre la materia está depositada en la Junta de Gobierno y, de esta, cedida al edil de Recursos Humanos) y que, en consecuencia, el acuerdo sólo transmitía la posición política del pleno. 

En cualquier caso, pese a no estar obligado a ello desde el punto de vista legal, lo cierto es que la rectificación sobre el despido llega forzada desde el punto de vista político por ese acuerdo de pleno alcanzado por los grupos de la oposición. La propuesta ha prosperado gracias a los votos los ocho concejales del PP, los cinco de Ciudadanos y el del concejal no adscrito, Fernando Sepulcre. La exedil de Guanyar y ahora también edil no adscrita, Nerea Belmonte, no ha llegado a participar en el debate de ese punto, puesto que se había ausentado con antelación. Los seis concejales del grupo socialista han votado en contra, mientras que sus socios de Guanyar y Compromís se han decantado por la abstención.

Es más, los dos partidos aliados del PSOE en el tripartito habían mostrado su predisposición a votar a favor de la declaración institucional del PP si los populares aceptaban de manera íntegra una enmienda formulada por Compromís, en la que se extendía la responsabilidad de la actual situación irregular de los trabajadores interinos a la falta de toma de decisiones en mandatos anteriores -es decir bajo los gobiernos del PP- y en la que se eliminaba cualquier referencia a una condena expresa a la conducta del alcalde o a un presunto abuso de poder.

En un primer momento, el PP ha llegado a aceptar esa segunda parte de la enmienda, pero ha terminado por rechazarla después de que Compromís insistiese en reclamar su incorporación de forma íntegra.

Barcala había defendido la necesidad de la adopción del acuerdo para rectificar un error. "Se lo ha dicho todo el mundo, señor Echávarri, se ha equivocado; puede que no le gusten las iniciativas legítimas que pueda adoptar un partido político pero hay cosas que no se pueden hacer porque están mal", ha insistido. "A lo mejor no lo ve porque usted se mueve en otra realidad", ha añadido, y se ha dirigido a los portavoces de Guanyar y Compromís para emplazarles a hablar de "un problema grave, tenemos que hablar de Echávarri", ha recalcado.

En la justificación de posiciones, tanto los nacionalistas como Guanyar han insistido en desmarcarse del despido acordado el pasado jueves a través de un decreto. En la misma línea, también han subrayado que el Ayuntamiento no puede permitirse el lujo de prescindir de trabajadores, "porque hacen falta en todas las áreas", según ha insistido el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, en referencia al resto de ceses también anunciados por el primer edil por lo que respecta a otra treintena de trabajadores interinos. Con todo, tanto Pavón como el líder de Compromís, Natxo Bellido, han derivado buena parte de la responsabilidad de esa decisión al PP, "que no regularizó la situación de esos empleados y que tenía a muchos funcionarios castigados de cara a la pared o relegados a otros puestos con su silencio cómplice", ha insistido Bellido

Echávarri, por su parte, ha defendido durante su intervención que no se arrepiente de la decisión adoptada y ha admitido que vive "en otra realidad que es diferente a la que me encontré cuando llegué al ayuntamiento; una realidad en la que había trabajadores que habían llegado al puesto con un libro con ochenta temas bajo el brazo, y otros que les había bastado con llevar el libro de familia". "Yo ante esa realidad me rebelo, me rebelo contra el enchufismo porque es corrupción", ha enfatizado. 

El primer edil ha recalcado que su intención es acabar con esa situación de desigualdad, ha sostenido que lo que existe entre los funcionarios municipales no es un estado de alarma, sino de alivio y ha llegado a insinuar la posible ilegalidad de la contratación de la cuñada de Barcala al sostener que al menos uno de los miembros que debía firmar el acta en el procedimiento de selección (que no proceso selectivo público como lo es una oposición) que se siguió para su contratación "se negó a hacerlo porque tenía dudas".

De ahí que haya insistido en su intención de atajar este tipo de situaciones y de regularizar la situación en la que se encuentran los trabajadores interinos. "Se regularizarán los contratados antes de 2005 mediante la convocatoria de sus plazas y se estudiará cuántos de los puestos que se contrataron sin cargo a plaza deben amortizarse y cuántos deben cubrirse con la pertinente oposición", ha dicho.       

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