ELCHE. Partido Popular y Vox han aprobado inicialmente su presupuesto para el año 2025, y que ahora entra en fase de alegaciones. Unas cuentas de 275 millones de euros y que consolidadas, es decir, teniendo en cuenta Mevesa, Visitelche y Pimesa, suman 313 millones. El Ejecutivo, así mismo, ha rechazado las 60 enmiendas presentadas por la oposición; 44 de Compromís y 16 del PSOE.
Antes de entrar a debatir sobre el presupuesto en general, la corporación ha hecho lo propio sobre estas mociones, en las que Compromís apuntaba a que no ha habido reuniones previas con los portavoces para abordar las cuentas, "como hacíamos los años anteriores" explicaba Esther Díez, y ha expuesto algunas de las principales medidas de entre las 44. Criticando como ya ha hecho anteriormente falta de dinero en convenios para Cáritas o Elche Acoge, falta de políticas para la "emergencia climática" o más ayudas y apuesta por vivienda y el alquiler. También enfatizaba en estas cuestión Héctor Díez por el PSOE, añadiendo que sus enmiendas son por un valor de 5,5 millones, y que las cuentas de PP y Vox "no corrigen desigualdades". Además de la apuesta por vivienda o cheque escolar, entre otras, criticaba que por ejemplo "suba un 10% la factura de Aigües d'Elx y solo se consignen 200.000 euros", cuando con esa subida se quiere financiar el plan antirriadas.
Ambas formaciones planteaban sus enmiendas reduciendo partidas presupuestarias de los refuerzos de Personal que se están utilizando para horas extra, partidas de protocolo o Comunicación. Vox ya avanzaba que rechazaría las enmiendas por la "ideología woke" (término, importado de la política EEUU y Trump), defendía que han bajado la lista de espera de Servicios Sociales y que Compromís "quiere quitar las ayudas a madres embarazadas", señalando que la alternativa es "el aborto, el asesinato del niño", manifestaba Aurora Rodil. Defendía la plantación de arbolado, como lo hacía el PP a través de Pablo Ruz, esgrimiendo que se están endeudando "para invertir" y que ellos en la oposición planteaban hasta 100 enmiendas.
Una a una, las enmiendas han sido votadas en contra, no sin antes un último debate que ya tenía lugar estos días a través de comunicados, con el PP aludiendo que si presentaban enmiendas por el valor del 2-3% del presupuesto es que con el resto estaban de acuerdo; cuando en su caso en la oposición ocurría lo mismo. Criticaba Ruz que en ocho años nunca incluyeron alegaciones suyas —algunas rechazadas por defecto de forma por los técnicos—, lo cual es cierto, si bien sí se incorporaron al presupuesto en uno de los últimos años enmiendas de PP y Ciudadanos en el remanente tras liquidar el presupuesto.
Acto seguido se ha debatido sobre el presupuesto, donde el vicealcalde y edil de Hacienda, Francisco Soler, destacaba las inversiones previstas, el bus a pedanías, la bajada del IBI, la pasarela peatonal o el futuro plan de vivienda a través de Pimesa. Compromís por su parte criticaba las "incoherencias" de Ruz por "disfrazarse de liberal, conservador o como ayer, de extrema derecha (por la cruz de Germanías), ¿es bueno o malo bajar impuestos? Usted va a subir la factura del agua para justificar inversiones". Y criticaba la venta de terrenos, no vendidos hasta ahora, para consignar expropiaciones de la Ronda Sur o Jayton.
Desde Vox, Rodil defendía que se suben las partidas sociales para niños, mayores, familia o conciliación. "Presupuestos de tradición, libertades y contra los globalismos como la Agenda 2030". El alcalde destacaba que han cumplido el 90% del pacto de coalición y que es "el más social de la historia". Para el PSOE, es un presupuesto hecho "con prisas, al que le falta una semana de trabajo", y que se ha "hinchado como un pavo", como denunciaban semanas atrás. Patricia Maciá ponía de relieve que se han consignado, en materia de previsiones, cifras muy concretas para financiar los mercados de Plaza Madrid y Barcelona, cuando las ayudas no solo no se han liberado, sino que se presupuesta con ellas el 80%, cuando las bases de fondos europeos pagan el 60%, y es la nueva estrategia, la Edti, y no los Next Generation, tal y como figura.
El edil de Hacienda ha defendido, en todo caso, ante los ataques de PSOE y Compromís, que el presupuesto "no está hinchado", sino hecho en base a unas previsiones realistas que se han trasladado desde el departamento técnico. Y contra el relato de la oposición del despilfarro, arguye que de los 27 millones de remanente gastados, "14 eran para inversiones, casi 7 para el capítulo de Personal, 1,4 para ayudes y el resto para iluminación". Subraya que además se ha presupuestado con prudencia.
En definitiva, un debate en la órbita de lo oído estas semanas y meses sobre las prioridades de unos y otros. PSOE y Compromís ponen en el foco las prioridades decorativas, de ornamentación, frente a recortes en Cultura o derechos LGTBI y un presupuesto "que no aborda los principales problemas de la ciudad" y que "no reduce desigualdades". Mientras que PP y Vox defienden que se ha trabajado muy profesionalmente, con unas cuentas inversoras, habiendo ejecutado y puesto en marcha muchos proyectos, así como subvenciones más allá de convenios y sin "imposiciones ideológicas". Finalmente, con la aprobación de PP y Vox y el voto en contra de PSOE y Compromís, queda aprobado inicialmente, a falta del trámite de alegaciones, con un autoaplauso mediante del equipo de gobierno.
En el pleno también se ha aprobado la modificación de la ordenanza de la basura para la subida que entra en vigor el próximo año. Con la crítica de la oposición de que no contemple bonificaciones para el reciclaje y que se ocultara que seguirá subiendo los próximos años, mientras el Ejecutivo local defiende que es una "imposición" de Pedro Sánchez y que es una subida muy mesurada.
