BENIDORM. Muchos son los que dicen de Benidorm que se construyó de la noche a la mañana, más o menos como el muro de Berlín. Pero pocos saben la historia de la localidad antes de que se aproximara a las grandes masas y se llenara de rascacielos y turistas. Una tarea que se encargan de divulgar desde el Ayuntamiento con las visitas teatralizadas de l'Hort de Colón. Allí, sus actores de Marina Escénica, una asociación cultural sin ánimo de lucro, reviven los momentos más destacados de la época, centrados en la casa de Vicente Zaragoza Ortuño (1838-1899) y Josefa Llorca Llaudes.
Entre ellos, explican la historia de una de las calles más importantes de la ciudad, Tomás Ortuño. Fue construida en torno al 1912 gracias a Emilio Ortuño, quien fuera director general de Correos y diputado en Ávila, del partido Conservador. Consiguió que llegara a Benidorm la carretera desde Pego y en honor a él los vecinos pidieron que se le pusiera su nombre. Pero dicen de él que por su carácter "humilde" pidió que le pusieran el nombre de su padre, Tomás Ortuño. Aunque con el tiempo, la ciudad le reconociera la importancia de su labor en la localidad y también tuviera su propia calle unos metros más al lado.
La ruta por la casa comienza en el huerto de la finca, que ahora es un pequeño jardín. Aunque muchos de los elementos decorativos se colocaron posteriormente, sí que conservan por ejemplo el aljibe por el que podían tener agua potable en un momento de escasez como la que padecía la pequeña población de finales de siglo XIX. Una tarea que trató de paliar Beatriz Fajardo en 1666 con el Riego Mayor, como así reconocen en la visita.
Además del jardín, la visita sigue por el interior de la casa, donde se puede ver la cocina, y el salón de estar así como los dormitorios. El mobiliario no es el que había en 1885, cuando adquirieron la casa, pero sí algunos de los detalles arquitectónicos, como los marcos de las puertas o el suelo.
Entre las numerosas anécdotas que cuentan en esta inmersión en el Benidorm preboom turístico explican el origen del cartel que hay en la fachada de la casa con el nombre de "Colón". La colocó Vicente Zaragoza Ortuño, el que hizo la casa en cuestión. Era marino mercante y llegó a ser capitán-inspector de la Naviera Gallart. El mascarón formaba parte del barco Rossmore, rebautizado por él como Colón, el más grande de la marina mercante española encargada por él en 1880 en Liverpool, donde era cónsul Tomás Ortuño.
Asimismo, hay fotografías de la familia, así como ropa de la época que hacen al visitante meterse aún más en el papel de la mano de los personajes principales, Luis Cáceres, capitán de carabineros jubilado y propietario del primer chalé construido en la playa de Levante y la Tía María.
Las visitas están cerradas para grupos de 12 personas por motivos de espacio, ya que se hace en el interior de una vivienda. Para ello, primero se tendrán que apuntar en la concejalía de Patrimonio Histórico. Tienen lugar los miércoles, jueves y viernes, de 21.30 a 22.30 horas y estarán hasta el 28 de septiembre.