VALÈNCIA. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas, Mónica Pont se ha convertido en la nueva directora gerenta del instituto de investigación Fisabio tras la jubilación de José Antonio Manrique. Hasta 2010 trabajó en la empresa privada, donde adquirió múltiples herramientas en la gestión empresarial y desarrolló una gran capacidad resolutiva. Ahora, aplica todos estos mecanismos en el sector científico. “Cuando llegué a Fisabio, para mí la ciencia era un mundo desconocido. Me cautivó y ahora estoy entregada”. Para ella, es primordial hacer emerger la ciencia en la Comunidad Valenciana, pues resulta atractiva, pero es incapaz de retener el talento.
-¿Cuáles son los objetivos de Fisabio?
Las prioridades de Fisabio son las prioridades de la ciencia. Eso implica hacer una ciencia de excelencia que llegue a la sociedad y que repercuta directamente en la calidad de vida de la población de la Comunidad Valenciana. Y Fisabio es una herramienta que ayuda a que los investigadores puedan desarrollar su tarea, que es la que de verdad da los beneficios.
-¿Y cuál es la estrategia actual de investigación de Fisabio?
-Fisabio lleva 12 años trabajando y es diferente al resto de institutos de investigación. Es un ente complejo porque ha pasado por un proceso de fusión, y ahora vertebramos la investigación en toda la Comunidad Valenciana. Para esto hay que poner en marcha fórmulas que impulsen y promuevan la investigación en todo el territorio. Queremos hacer visible la investigación: plantear proyectos y prepararlos para alcanzar mayores grados de excelencia. Que sean más competitivos y presentarlos a convocatorias a nivel autonómico, nacional o internacional. Buscamos conseguir mayores tasas de éxito.
-La plantilla de Fisabio se ha dedicado estos dos últimos años a la covid, casi íntegramente. ¿Ha existido una línea de investigación también en relación al coronavirus?
-Nuestra excelencia científica fue capaz de afrontar en poco tiempo el reto de nuevas fórmulas de PCRs. Todas aquellas líneas de investigación que podían tener una aplicación directa con la covid-19, se flexibilizaron y se adaptaron a las nuevas necesidades.
-¿Se ha sobrecargado de trabajo a Fisabio durante la pandemia?
-En Fisabio hay una sobrecarga de trabajo constante. Pero en el momento puntual de la pandemia no lo vivimos así. Sí, fue de locos. Teníamos reuniones cada 24 horas y reformulábamos laboratorios en un día. Pero todos nos volcamos y pudimos aportar nuestro grano de arena.
-¿Se contempla una futura investigación o producción de la vacuna española?
-Fisabio tiene de singular su trabajo en investigación de salud pública. En esta área, la investigación en vacunas es un referente a nivel internacional, pero no lleva la línea de producción y desarrollo de una vacuna. Estudia la eficacia de las vacunas, y coordinamos un proyecto de vacunas covid. En aquello en lo que somos potentes es en lo que podemos ayudar.
-¿Qué le parece la labor de Javier Burgos al frente de la dirección general de investigación?
-Javier Burgos es un actor dentro del las reuniones que tienen lugar entre los centros de investigación y la Conselleria de Sanidad. Es un coordinador y un compañero que trabaja, dentro de los obstáculos que existen, en todas las iniciativas que podemos poner en marcha.
-¿Cuáles son estos obstáculos?
-El problema fundamental en España y en la Comunidad Valenciana es la precariedad laboral del personal investigador. Si nos dejaran construir estructuras sólidas, bien armadas, generaríamos rendimiento en la investigación.
-¿Falta más financiación en la investigación?
-La financiación siempre es necesaria. Lo que yo creo es que la ciencia, si se gestiona correctamente y se le dan las herramientas para que sea realmente eficiente, puede ser sostenible. Siempre habrán nuevos campos que tienen que ser impulsados y tratados como una inversión durante unos años. Pero llega un momento en el que alcanzan un umbral en el que generan rentabilidad. Así es cómo hay que entender la ciencia.
-¿Cree que el Estatuto del Investigador planteado por Sanidad es suficiente para dignificar la figura del investigador?
-El Estatuto es un logro y un hito al que hay que aplaudir. Vamos a ser la segunda comunidad autónoma que lo tenga, y eso significa ir rápido. Va a dignificar la profesión porque va a conseguir establecer una carrera profesional, que hasta ahora el investigador no tenía. Pero este documento tiene que ponerse en marcha en la práctica. Para eso, todos los actores tienen que colaborar, sabiendo cuál es nuestro objetivo y siendo valientes en la toma de decisiones.
-¿Es necesario negociar ya un convenio colectivo del investigador?
-Otra de las cosas que nos permitió el Estatuto fue sentarnos en una mesa y tener bien claro los siguientes pasos a realizar. Por las ventajas que va a ofrecer, uno de ellos es establecer un convenio sectorial del personal investigador y de gestión. Nos ponemos a trabajar en ello ya mismo.
-A día de hoy, ¿cuál es la plantilla del centro? ¿Qué porcentaje es temporal y qué porcentaje indefinido?
-Más o menos 400 personas, y unas 64 son personal indefinido. La RPT (Relación de Puestos de Trabajo) es casi la misma desde el año 2013 al 2022. El crecimiento de presupuesto se debe a la atracción de proyectos e incrementar el personal, pero no se ve reflejado en la RPT. Ahora estamos en una situación histórica, tenemos normativa pendiente de aprobar que tiene como objetivo estabilizar a todo aquel personal investigador que lleve trabajando aquí más de cinco años. Hay que reducir la temporalidad a una cifra de entorno al 8 por ciento. Y esto se tiene que traducir en incrementos de la RPT.
-¿Considera la Comunitat Valenciana resulta atractiva para investigar?
-Sí, es atractiva. Pero no tenemos capacidad de retener el talento, ni la Comunidad ni muchas otras autonomías. Tenemos investigación de excelencia, grupos punteros. Es atractiva. Pero por no retener el talento, existe una desventaja respecto al resto de países. Con las estrategias que se están poniendo en marcha, tendremos esta capacidad.