ALICANTE. Sorprendió Jorge Almirón el sábado en el Ciutat de València con un cambio de sistema, algo que 24 horas antes, en la comparecencia de prensa previa al partido, había descartado (aunque fuera con la boca pequeña) pese a las bajas que tenía (especialmente la de Fidel).

El preparador argentino del Elche aparcó el sistema con tres centrales y dos carrileros para apostar por una defensa de cuatro (dos centrales, Gonzalo Verdú y Diego González, y dos laterales, Antonio Barragán y Josema) y ganar superioridad en la zona ancha con hasta cinco centrocampistas pues a los pivotes Marcone y Raúl 'Guti' y a los interiores 'Tete' Morente y Josan se unía Pere Milla por el centro. 

El plan de partido se completaba a la hora de iniciar el juego desde atrás con la puesta en práctica de la conocida como "salida Lavolpiana" (por el técnico argentino Ricardo La Volpe, al que se le atribuye la paternidad de la misma) en la que Barragán y Josema adelantaban su posición al centro del campo, mientras Gonzalo Verdú y Diego González se abrían y Marcone bajaba a recibir entre ellos.

El problema es que, pese a la superioridad numérica, en el primer tiempo la batalla del centro del campo la ganó el Levante con el doble pivote Malsa-Campaña. Aunque es verdad que remar a favor de corriente (el equipo de Paco López se adelantó en el marcador en el minuto 12 en un saque de esquina que los franjiverdes pudieron defender mejor) pudo ayudar a los 'granotas'.

Segunda parte