VALENCIA. Llevo meses sin entender casi nada de lo que ocurre en el Valencia CF a nivel deportivo. No lo entiendo. Le busco explicación, me doy tiempo para ver mejoras y no las encuentro por ningún sitio. No entiendo a Meriton. No me gusta el Valencia CF que veo ahora mismo. En definitiva, señor Lim no me gusta el club que está articulando. Sigo esperando la super profesionalización en todas las áreas del club y algo más que la gestión del día a día desde Singapur y dos enviados que bastante tienen con aguantar el chaparrón que les está cayendo.
No me gustó ninguna de las decisiones que tomó el pasado verano. Todavía sigo preguntándome porque le permitió a un don nadie como Nuno mandar a casa a tres profesionales como la copa de un pino por sus santos bemoles. No entiendo que dinamitara así su propio proyecto. No me gustó que Jorge Mendes hiciera de director deportivo sin escrúpulos y colocándonos a jugadores que no valen a precios desorbitados. No me gustó que aguantaran a Nuno tantos meses cuando el verdadero alma del club, su gente, no lo quería y los resultados no funcionaban.
No me gustó y así lo dije que el elegido para el relevo en el banquillo fuera un entrenador sin ninguna experiencia y que además de no conocer la Liga era un amigo y socio de negocios del máximo accionista. Lo único que entendí de aquello era que el inglés era el único tipo de confianza que se había prestado para entrenar siete meses al equipo y prepararlo hacia una transición que antes estaba decidida y que ahora según algunos es dudosa. Yo creo que Pellegrini está a la espera de cerrar el acuerdo definitivo.
No me gustó, ni me gusta, que la dirección deportiva del club no tenga la última palabra en las decisiones deportivas. No la tiene, por mucho que se enfade Suso García Pitarch, él no es el máximo responsable deportivo del club. Si él lo fuera, yo sería mucho más optimista con el futuro porque creo que es un buen director deportivo. Ojalá la presión popular termine por hacer que Lim le haga un feo de una vez al señor Mendes pero me cuesta creerlo.
No me gustó que el pasado mes de enero no se reforzara el equipo apenas. Se trajo a un buen extremo que seguramente cuando se acople al equipo habrá finalizado su cesión y a un lateral izquierdo suplente que lleva año y medio sin ser competitivo para el mejor entrenador de España. El asiático vino presumiendo de chequera y este mes de enero entiendo que no quisiera sacar el talonario pero era necesario invertir. Si Suso hubiera tenido la última palabra con 7-8 millones hubiera llegado el mediocentro que se necesitaba.
No me gustan muchas de las cosas que pasan en la escuela, puesta en manos de un señor de fuera que ni conoce ni se preocupa mucho por conocer la historia del club en el que está. En definitiva, no me gusta el modelo deportivo. Económicamente estoy muy de acuerdo en lo que dice el máximo accionista. Han conseguido estabilizar un club herido de muerte en sus finanzas hasta su llegada pero no han tomado una buena decisión deportiva desde que aterrizaron.
Con el tiempo, se empieza a ver con nitidez que el modelo deportivo de Lim era que mandara Mendes pero que los malos resultados han obligado a colocar a un opinador bajo el cargo de director deportivo. Hoy no me gusta y hasta me parece una falta de respeto que Meriton se piense ni un sólo segundo ofrecerle la renovación a Neville. Que hable con el Manchester y les convenza de que los hermanos están preparados para seguir sus prácticas como sustitutos de Van Gaal. Aquí, en Valencia, los valencianistas quieren, desean y merecen un proyecto serio. Con profesionales serios y con un entrenador de los que ya vienen aprendidos. En cualquier club del mundo con sus números Neville estaría cuestionadísimo. Aquí, sin embargo, la propiedad se permite el lujo de seguir filtrándole a quien quiere escucharlo que les gustaría renovar al inglés. Eso habla del grave problema que tiene el proyecto de Lim.
Siempre creí en el proyecto de Meriton pero tengo que ser sincero cada día que pasa me crea más dudas. Empiezo a pensar que no van a variar nada y que este verano Mendes seguirá haciendo y deshaciendo a su antojo. Comienzo a dudar de que sean capaces de leer los mensajes inequívocos que les envía el valencianismo y que ellos de momento no interpretan. Dijo Layhoon recientemente que han aprendido de los errores. El problema es que son demasiados en muy poco tiempo y en el fútbol construir cuesta años y destruir meses. Mestalla no perdonará más temporadas como esta y las dudas sobre el proyecto empiezan a ser más que considerables en todo el entorno valencianista.