ALICANTE. Se puede perder, pero no así. La penosa imagen ofrecida por el Hércules en Alzira ha terminado emborronando un primer mes de competición que los blanquiazules aspiraban a cerrar con un notable.

Alguien dirá que no se puede pasar del blanco al negro por un partido, pero el pobre nivel ofrecido por el equipo de Sergio Mora en el Luis Suñer Picó la tarde del domingo resta y mucho: los blanquiazules pierden crédito por los groseros errores atrás, tanto de Adri López como de sus defensas, pero también en ataque (la falta de acierto goleador, especialmente de los delanteros, resulta alarmante) y por el capazo de expulsiones (nada menos que seis en cuatro partidos y la mayoría evitables).

En la previa de la visita a Alzira, el técnico blanquiazul ya advertía que debían mejorar en aspectos como la seguridad defensiva (en ese momento habían encajado en los tres partidos disputados), pero también en el área contraria, en lo que a efectividad goleadora se refiere: "No podemos marcar un gol cada siete ocasiones; el otro día (frente al Mar Menor) debimos haber marcado 20 minutos antes; al final vimos puerta en la ocasión menos clara", decía el viernes el preparador madrileño que, en su comparecencia posterior a la derrota del domingo, no ponía paños calientes cuando era interpelado por las expulsiones: "Así no podemos seguir; es un numerito cada día", sentenciaba.