ALICANTE. El Elche está pagando muy caro sus errores, especialmente en defensa. Lastrados por las bajas del delantero Lucas Boyé y especialmente del central Pedro Bigas, los franjiverdes enlazaban el domingo su tercer encuentro sin ganar y, lo que es peor, cerraban este lunes la séptima jornada lejos de la cómoda posición en mitad de tabla que ocupaban a la finalización de la cuarta.
Ahora bien, el objetivo del equipo de Fran Escribá no es otro que conseguir una permanencia en LaLiga Santander de manera más holgada que la lograda el curso pasado, por lo que no cabe otra cosa que ver el vaso medio lleno.
Los franjiverdes son ahora mismo decimosextos con 6 puntos, 3 por encima del descenso, cuyas plazas ocupan Granada (3 puntos), Deportivo Alavés (también con 3 puntos, pero con un encuentro menos) y el Getafe (que cuenta sus partidos por derrotas). Por detrás del Elche queda el Levante con 4 puntos, pero fuera de la zona de peligro. Por delante, el Cádiz y el Espanyol, los dos con 6 puntos como los franjiverdes pero una mejor diferencia de goles general, y el Celta, que visitará el Martínez Valero el domingo (14 horas) y que cuenta con 7 puntos.
Una victoria, tres empates y tres derrotas son los resultados cosechados por los hombres de Escribá en este arranque de curso liguero en el que han ido de más a menos: su mejor momento de juego y resultados llegaba en la jornada 4, con el triunfo a domicilio sobre el colista (Getafe) en el que se mostraron netamente superiores. De ahí han pasado a empatar como locales con el equipo que marca la salvación (Levante) y caer de manera consecutiva en sus visitas al Villarreal (4-1) y a la Real Sociedad (1-0). Dos encuentros en los que, dejando de lado la polémica arbitral que no se puede obviar que influyó en el desarrollo del duelo de La Cerámica, el Elche se ha visto penalizado por los errores atrás (algo que ya había ocurrido, por ejemplo, en la cita del Wanda Metropolitano de la jornada 2 y en el partido contra el Levante), pero también por la falta de puntería... un problema que no es nuevo y que, con los refuerzos en ataque y el acierto de Lucas Pérez, parecía por fin estar en vías de solución.
Ganan y pierden todos