ALICANTE. A falta de conocer la correspondiente liquidación, es evidente que el saldo del paso de La Vuelta 19 por la provincia de Alicante es positivo. 

El impacto para la marca Costa Blanca, la difusión por televisión en más de 180 países de su clima y bondades geográficas, entre otras muchas, justifica la inversión; lo anterior, más allá de que el retorno de la misma ya esté garantizado con el impacto económico directo. Buena prueba de esto último es que una parte de los equipos todavía pernoctaron anoche en hoteles de la provincia pese a que la cuarta etapa discurre ya por entero por las carreteras de Valencia.

La Diputación de Alicante, a la que el director general de La Vuelta Javier Guillén se ha referido en varias ocasiones en los últimos años como "socio fiable", habiendo destacado siempre lo atractiva que resulta a todos los niveles la Costa Blanca para la prueba, tiene decidido seguir apostando por ella, si bien a nadie le escapa que habrá que esperar para que la serpiente multicolor vuelva a discurrir por las carreteras de la provincia: está prácticamente descartada su presencia dentro de 12 meses ya que, además de partir de Utrech, en la edición de 2020 se espera un mayor protagonismo de otras zonas de la península (la cuarta parte de La Vuelta 2019 discurre por el arco mediterráneo), por lo que los esfuerzos se van a concentrar en lograr para dentro de dos o tres años al menos una llegada y una salida de etapa.