ALICANTE. Manolo Herrero y Vicente Mir, los técnicos que estaban al frente del banquillo del Hércules en las fases de ascenso de 2015 y 2016, las últimas disputadas por los blanquiazules, eran destituidos por sus respectivos clubes este miércoles.

Cuando restaban cuatro minutos para las doce del mediodía el Real Murcia hacía oficial que la etapa de Herrero había tocado a su fin, solo una semana después de haber sido ratificado en el cargo. El entrenador jienense se convertía en la última víctima del salto al vacío que la entidad grana dio el pasado verano de la mano de la firma oriolana Gálvez Brothers Business XXI y con Toni Hernández como director deportivo: el Murcia fichó por encima de sus posibilidades y a las primeras de cambio aparecieron los impagos, enrareciéndose sobremanera el ambiente en el vestuario. En enero, entre los futbolistas que deseaban marcharse (Jesús Alfaro recalaba en el Hércules tras poner fin el Zaragoza a su cesión por los impagos y semanas más tarde Benja dejaba claro en la planta noble del Martínez Valero que no pensaba aceptar jugar a préstamo de grana lo que restaba de curso cuando se le sondeó sobre esa posibilidad) y aquellos a los que el club, ya con otros gestores, invitó a marcharse para no seguir haciendo el agujero más grande, el nivel de la plantilla cayó a plomo y reflejo de lo anterior es su situación actual en la tabla, más cerca del descenso a Tercera que de la cuarta plaza.