ALICANTE. Se tiene que reunir todavía con Enrique Ortiz, pero precisamente por esa razón, para que no le convenza "una vez más", antes hace pública su dimisión del cargo de presidente Hércules.
Quique Hernández abandona el cargo ocho meses después de su llegada y lo hace dando un portazo, dejando claro que no tenía la confianza de Enrique Ortiz y especialmente Juan Carlos Ramírez.
"Cuando uno no está cómodo en un sitio se tiene que marchar", así decía Hernández que le había explicado a sus hijos su dimisión como máximo mandatario del Hércules, una decisión que no es la primera vez que adopta pero sí la definitiva: "Enrique siempre me lleva al huerto; por eso he hecho la rueda de prensa antes de reunirme con él", apuntaba el todavía presidente blanquiazul, que dejaba a las claras cuál era su relación con el socio del constructor: "Yo con Ramírez no tengo ningún trato (...), no ha habido 'feeling' nunca y, si no estás a gusto, pues te tienes que marchar (...), no se van a ir ellos (...) O tragas o te vas", sentenciaba el exentrenador que apuntaba a la citada falta de confianza, directamente relacionada con aspectos de índole económica, como motivo para abandonar voluntariamente el cargo de presidente.