Ha muerto Arsenio Iglesias. La noticia ha corrido como la pólvora por todo Alicante y los aficionados herculanos que rondamos los sesenta hemos sentido un pellizco en nuestro ya maltrecho corazón blanquiazul. En estos tiempos de turbulencias en torno a nuestro club es, sin duda, la peor de las noticias. Desaparece otro símbolo, un trozo del escudo del Hércules C.F., Rico Pérez, Juan Baena, Humberto, Saccardi… Cada vez quedan menos mitos de aquel club que se agigantó con la llegada del 'Bruxo de Arteixo'.
Arsenio llegó en la temporada 1973/74 para liderar un Hércules que deseaba un ascenso para coronar la inauguración del estadio José Rico Pérez. Como todo nuevo proyecto comenzó con titubeos, llegando una derrota ante el modesto Linares en La Viña a dejarle a punto del cese. El presidente Rico Pérez aguantó, Arsenio logró que el equipo reaccionara y, tras una enconada lucha con Betis y Salamanca, consiguió el subcampeonato y el consiguiente ascenso a Primera División. Después del inolvidable triunfo en El Sadar, durante la celebración posterior, ya en Alicante, Arsenio entró en el Monasterio de la Santa Faz a hombros de una afición desbordada por la euforia e ilusión.