ALICANTE. El amistoso del Hércules con el UCAM Murcia de la tarde-noche del sábado conllevará la reapertura al público del estadio Rico Pérez 111 días después.
Los aficionados que asistan al choque (incluido en el abono 2023/24) y que también presenciaran el envite de la jornada 33 del curso pasado entre el equipo blanquiazul y el Saguntino notarán pocas mejoras por no decir ninguna en la instalación, no obstante las cacareadas "obras de emergencia" dirigidas a "mejorar su seguridad e imagen" anunciadas en plena precampaña electoral por el entonces Consell del socialista Ximo Puig y ejecutadas (parcialmente durante la campaña) por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).
La sustitución de las dos barandillas delanteras de las gradas de Preferente Cubierta y Tribuna Alta y la reparación de las juntas e impermeabilización de algún pasillo en la mitad de la grada del Mundial fueron las actuaciones que finalmente encerraron esas "obras de emergencia". Unos trabajos que se dijo que supondrían una inversión de "unos 500.000 euros", pero que finalmente se quedó en 247.346,17 euros... y gracias a que Alicante Plaza denunció su paralización, que se había agotado el presupuesto inicial y, por ejemplo, se habían retirado las dos citadas barandillas pero solo había llegado una de las nuevas y, además, se había quedado sin instalar. Lo anterior llevó al IVF a realizar una consignación adicional de 41.250 euros (la famosa adenda al contrato) que permitió no solo que se pudiera confeccionar por un tercero la barandilla pendiente e instalarla, también hacer lo propio con la otra. Eso sí, como desveló este medio, las juntas de la mitad de la grada del Mundial sobre las que no se había actuado antes del parón se quedaron sin reparar... precisamente las del lado en el que más filtraciones hay. Bueno y las del resto del estadio también.