VALENCIA. El Valencia Basket se encomendará al 'factor Fonteta', es decir a las buenas sensaciones que tiene como local y al empuje de sus seguidores, para tratar de cerrar mañana su pase a la final de la Eurocopa en un duelo a 'cara o cruz' ante el Hapoel Jerusalem.

Tras ganar cada equipo el partido que han jugado como locales, la semifinal se decidirá en esta tercer encuentro que, por haber tenido el Valencia un mejor balance en la segunda fase de la competición, se jugará nuevamente en la Fonteta.

Se espera que el pabellón valenciano esté completamente repleto para la cita pues se han vendido todas las entradas que había disponible y el club ha lanzado una campaña para que los socios que no pueden asistir liberen su asiento y poder sacarlo a la venta para conseguir que no se quede ninguna silla vacía.

La situación es muy semejante a la que se vivió en la eliminatoria de cuartos de final, en la que el Valencia ganó al Khimki en el primer partido, perdió en Rusia y, arropado por sus seguidores, logró el pase a la final de nuevo como local en el tercer encuentro.

En ese último choque, el base catalán Guillem Vives, que se había hecho un esguince de tobillo tres días antes, forzó para poder ayudar a sus compañeros pero eso le ha costado no jugar los siguientes cuatro partidos.

Ahora la situación es también parecida en ese apartado y se espera que el base catalán pueda realizar la rueda de calentamiento con sus compañeros y, en función de sus sensaciones, decidir finalmente si juega o no.

Su presencia es tan importante porque la que es segura es la baja del también base Antoine Diot, por lo que de no poder disputar el partido, Sam Van Rossom volvería a ser el único director de juego del equipo valenciano.

No se trataría de una novedad, pues ya ha sido así en los últimos cuatro encuentros y en el primero, el que abrió la serie contra el Hapoel, el alero Fernando San Emeterio completó unos buenos minutos en ese puesto. Lo mismo ocurrió con él y con Joan Sastre el pasado domingo en la pista del Iberostar Tenerife.

Aún así, ganar un efectivo más en la rotación exterior podría ser importante para frenar el perímetro israelí, que se ha confirmado como la gran principal arma del equipo que dirige Simone Pianigiani, especialmente los bases Curtis Jerrells y Yotam Halperim y el alero Tarence Kinsey.

En el juego interior pese a la efectividad de la ex estrella de la NBA Amar'e Stoudemire, el Hapoel se ha mostrado menos peligroso. Además, tiene la duda por un problema en un hombro del ala-pívot Travis Paterson, básico en su rotación.

En el Valencia será baja el interior Slava Kravtsov, que se rompió un dedo del pie en el primer encuentro contra el Khimki, y tampoco podrá jugar Mike Tobey, su sustituto, pues el plazo para inscribir jugadores en la competición se cerró y sólo jugará en la ACB.