VALÈNCIA. El Levante empieza la casa... por el salón. Por su centro neurálgico, la sala de máquinas. Felipe Miñambres tiene atada la ampliación hasta 2026 de Pablo Martínez, que junto a Pepelu ya era el único centrocampista del equipo que no concluía vinculación este próximo verano (Pablo tenía firmado hasta 2024 de su última renovación hace dos años). Y es que los Campaña, Iborra o Joni Montiel, cada uno con situaciones contractuales distintas, sí terminan este próximo junio. Pablo está blindado y, en caso de ascenso a Primera División, la medular ya tiene seguros a dos hombres que, juntos, han demostrado ostentar un nivel de élite. Además, el ascenso también desembocaría en la ejecución de la opción de compra sobre Iborra, por lo que Calleja ya tendría un círculo central de garantías para la nueva temporada.
Distinto será el caso no resuelto de Campaña. El sevillano es ya libre de firmar por cualquier club de cara al curso que viene después de esperar prácticamente hasta la última semana de mercado para cerrar una salida de Orriols rumbo a su tierra, que terminó por no darse. A pesar del deseo inicial del futbolista, hoy es otro de los imprescindibles de Calleja y el técnico podría ejercer de figura importante para escenarios futuros con el andaluz, uno de los futbolistas con el sino más incierto de la plantilla.