ALICANTE. Hace poco le contaba a mi madre, una persona que se casó joven y que está cerca de los 60, que una determinada noche, hace ya algunos años, acabé con ciertas personas un sábado noche de fiesta en Vallecas. La vida te lleva por caminos en los que tienes que determinar qué es lo correcto, de qué manera sobrevivir, como los andas y en qué compañía. La Sala Hebe estaba cerrada, fuimos a otro antro, y al final lo pasamos bien, pero yo, ese chaval que ya por aquel entonces era un estirado y un miedoso, tenía nervios y reticencias.
Para Quique Hernández la fiesta no ha acabado tan bien. Aquella noche de sábado en Vallecas yo tenía mejor compañía que el valenciano hasta hace poco, y aunque el entorno pudiera parecer más positivo que un puñado de calles oscuras, en absoluto lo era. El Rico Pérez es el lugar con más minas antipersona tras Camboya y España, y en cualquier momento puede surgir un fuego, un problema de donde no había nada, o el enésimo lío de difícil solución. Lo peor de todo es que se suponía que estábamos en una temporada "de las buenas", y ya ven cómo va la historia cuando vamos a superar la segunda semana de octubre.