VALÈNCIA. Llegar y besar el santo. Si la filosofía de juego de Javi Calleja y los planteamientos de Felipe Miñambres ya hacían presagiar el brillo de la figura de Campaña en el nuevo engranaje granota, el sevillano no se ha hecho esperar en los onces del Levante. Lo ha hecho con suerte dispar, alternando una versión más regular como en el Belmonte, o un destello y no más frente al Sporting. Sea como sea el dato es sintomático: desde que el centrocampista está para competir, ha salido de inicio. Tres partidos seguidos desde el principio del choque: 45 minutos en la reaparición, 67 en Granada y 82 en Albacete. In crescendo. Y en el caso de este domingo con un tanto mucho tiempo después. Casi un año había pasado desde que Campaña no veía puerta (lo hizo en el derbi ante el Valencia en 2021 en el rechace de un penalti que él mismo erró).
Una lesión le había vuelto a lastrar más de lo esperado, pero esta vez el fútbol-control de Calleja pone al '24' en el centro de sus guiones. En Albacete jugó en una posición que hacía tiempo tampoco testaba: como mediocentro puro, con un pivote como Pepelu a su vera. El tránsito del encuentro hizo al preparador levantinista escorarle de nuevo en un costado, cayendo hacia dentro, una demarcación en la que el sevillano pisa más área pero toca menos pelota. Justo lo contrario que le ocurre a Joni Montiel. En ese punto Campaña puede llegar a ser determinante -prueba de ello es la asistencia que le puso a De Frutos ante el Sporting en sus primeros minutos tras casi dos meses de dique seco-, pero acaba desvaneciéndose. No le ocurrió en el Carlos Belmonte.