VALÈNCIA. Las alarmas están encendidas y a todo volumen en el Ciutat de València. El Levante vive una de sus tesituras más preocupantes del siglo en Primera División, en cuanto a puntuación -solo en la temporada 07/08 marcó por debajo de los 5 puntos que tiene ahora el cuadro granota tras 10 citas disputadas, y fue año de descenso- y sobre todo en lo que se refiere a datos defensivos. Solo en las campañas en las que la entidad de Orriols acabó perdiendo la categoría encajó tanto o más como lo ha hecho este el Levante. Hoy acumula 18 tantos en contra en 10 jornadas y es el equipo más goleado de La Liga con diferencia sobre el segundo. Incluso con el 0-3 que le endosaron este lunes al Getafe.

En el curso del último descenso a Segunda, el 15/16, el conjunto de Rubi -antes de Lucas Alcaraz- sumaba a estas alturas de campeonato cuatro goles encajados más que actualmente (22). Aquel equipo, que ya comandaba el técnico catalán en la décima fecha liguera, era colista pero tenía en su haber un punto más que el Levante del presente. Es más, aquel grupo había ganado ya un partido frente a los 18 consecutivos sin conocer la victoria que amontona la escuadra de Pereira con herencia de Paco López.

El mismo Alcaraz lideró, tras sustituir a Mendilibar en el banco del Ciutat, a un Levante que acabó sorteando el descenso en mayo de 2015 pero que también sumaba más dianas en contra que ahora mismo. El granadino acababa de coger al equipo cuando, pese a ganar su primer choque en casa ante el Almería, era el que más veces había recogido balones de sus redes en la categoría. 24 goles recibió ese Levante en 10 partidos. Había marcado 6. Todo un drama que acabó con un final relativamente feliz, con permanencia aunque con un entrenador discutido que arrancó la siguiente temporada, y que aún con esos datos en la mochila no sumió al club en el farolillo rojo. Todavía los había peores en La Liga. Real Sociedad y Córdoba tenían la culpa.