MADRID (Europa Press). El circuito de Phillip Island se prepara para vivir este fin de semana otra posible apasionante 'batalla' por el título de MotoGP entre el español Marc Márquez (Repsol Honda) y el italiano Andrea Dovizioso (Ducati), con permiso de un Maverick Viñales (Yamaha) que se juega sus opciones.
La gira transoceánica de tres carreras consecutivas no pudo tener mejor y más emocionante inicio. En Motegi (Japón), con una climatología adversa, los dos primeros clasificados tuvieron un espectacular mano a mano, que terminó por decantarse del lado de 'Dovi', que avivó la pelea por el Mundial.
El de Forlimpopoli salió reforzado de la casa de Honda, después de volver a ganar un duelo final con el de Cervera, al que batió en similares circunstancias en Austria el pasado mes de agosto. La Ducati se volvió a mostrar muy competitiva pese a una mala calificación, pero Márquez supo estar delante para compensar cualquier daño mayor.
La ventaja del catalán se redujo a 11 puntos antes de que, sin descanso, la parrilla de la categoría 'reina' aterrice en el trazado de Phillip Island, el segundo de más velocidad tras el Red Bull Ring, donde el tiempo, también inestable, el frío y el viento pueden marcar el fin de semana, pero que se ajusta a las condiciones del de Cervera, por su naturaleza de curvas largas y de izquierdas.
No será la primera vez que los pilotos de MotoGP visiten este simbólico circuito, de bellas vistas y ya habitual de la pretemporada. Entonces, allá por el mes de febrero, y con temperaturas distintas a las que se encontrarán ahora, dominó Maverick Viñales por delante de Márquez, en lo que se perfilaba como la principal pugna para el título.
El triple campeón de MotoGP afronta una cita complicada, pese a su gusto por este circuito, donde suele ir muy rápido. De hecho, se ha adjudicado las tres últimas 'poles', pero todo esto no se ha traducido, no sólo en pocos triunfos, únicamente el polémico de 2015 que abrió su tensión con Valentino Rossi, sino en buenos resultados ya que en sus otras tres visitas siempre se ha ido al suelo y no ha puntuado, error que ahora no puede cometer.
Dovizioso tampoco puede presumir de grandes resultados en Phillip Island, una pista que hizo de Ducati el australiano Casey Stoner, con sus triunfos consecutivos de 2007 a 2010. Nunca ha subido al podio con la Desmosedici, aunque tiene dos cuartos puestos (2016 y 2014), mientras que el test de febrero fue séptimo a casi medio segundo de Márquez.
El tercer aspirante es Viñales, aunque el gerundense no depende de sí mismo y, además de una reacción casi milagrosa en Yamaha, necesita que los dos primeros clasificados cometan errores que le vuelvan a meter de verdad en la lucha.
Y es que en Motegi, la 'M1' volvió a mostrar sus problemas en condiciones de mojado y el español acabó noveno y por tercera carrera consecutiva fuera del podio. A 41 puntos de Márquez, necesita volver a mostrar el dominio que tuvo en su visita de pretemporada.
Por detrás de este trío se sitúan Dani Pedrosa (Repsol Honda), que se dejó sus escasas opciones en Japón también, que defenderá su cuarta plaza ante Valentino Rossi (Yamaha). El de Castellar del Vallés, tercero en el test, sólo tiene dos podios en Phillip Island, mientras que el italiano, que se fue al suelo el pasado domingo, fue segundo el año pasado y ganó en 2014. Jorge Lorenzo (Ducati) intentará mejorar sus prestaciones respecto a Motegi, donde la lluvia arruinó sus opciones de haber estado delante.